Para empezar, una advertencia seria: no busquen en internet el archiconocido 'video 1444', llamado de esta manera con pretensión aleatoria para burlar el algoritmo de Youtube, lo que le permitió unas horas de propagación frente a la censura de la plataforma de Google. Su contenido no es apto para usuarios sensibles, acaparando adjetivos como perturbador, desagradable, inclasificable... De hecho, hay quien defiende que su difusión es delictiva, por lo que el mejor consejo que podemos darle es que haga oídos sordos y, especialmente, ojos ciegos. Sin embargo, nunca está de más un poco de información, ya que será complicado, si es usted un consumidor frecuente de las redes sociales, que no le llegue alguna mención al respecto estos días en que ha vuelto a estar desgraciadamente de moda.
Y vuelve a estarlo porque no, no es un documento nuevo, ni siquiera reciente. El hecho recogido en esa filmación de apenas 17 segundos ocurrió en Rusia en el año 2019 y su triste protagonista tenía 18 años entonces. La 'culpa' de su retorno son los conocidos 'trends' de TikTok, sin duda la plataforma del momento, que ya existía entonces, aunque no fue hasta 2020 cuando llegó a todos los confines del Mundo. Creada en China en 2017, sobrevive allí con su censura habitual como Douyin, pero se internacionalizó al año siguiente tras la compra de Musical.ly. Poco a poco, fue dejando de ser un canal para mostrar vídeos cortos de humor y coreografías, que continúan formando parte de su temática, aunque su carácter global la ha convertido en muy diversa. Abajo, el vídeo que hizo Jordi Wild en su momento.
Gracias a la tecnología y a los filtros, que ya popularizó antes Instagram, ahora se hacen dúos musicales, doblaje de audios en otras escenas, 'pranks' (bromas virales) y reacciones. Que personajes más o menos famosos o influencers a los que seguimos se graben haciendo un 'unboxing' no sólo de productos, sino de presentaciones musicales o declaraciones de otros es lo que más funciona en este 2022 que ahora acaba. Y le ha tocado al 'video 1444'. "Grábate con tu 'mood' antes y después de verlo", proponen desde TikTok, lo que incentiva la búsqueda desaforada de un durísimo documento que está ya retirado de Youtube y del resto de redes sociales, pero que muchos particulares conservan en sus propios terminales y en servidores públicos o privados.
Para dotarle de mayor mística, se le añadió en su día el componente de que se trata de un vídeo maldito, que puede provocar la muerte de quienes lo vean sin comentar luego el día y la hora exacta en que lo hicieron. Lógicamente, no hay prueba científica alguna que lo demuestre, aunque sí se produjo una oleada de imitadores del chico ruso que, empuñando una Saiga del calibre 12 (una escopeta semiautomática, pues no podría sostener ni disparar con precisión una AK-49, como se publicó en su momento), se quitó la vida sentado en el sofá del salón de su casa. No fue un accidente, ya que esa persona se despide en voz alta antes de volarse literalmente la cabeza. En definitiva, algo que se pueden ahorrar.