Todos estaban esperando su reacción y se ha hecho esperar. Hiba Abouk ha roto su silencio casi un mes después de que Achraf Hakimi fuese procesado por violación por la Fiscalía de Nanterre por un supuesto delito que se habría producido en la noche del sábado, 25 de febrero, tal y como informó en su día Le Parisien.
La actriz ha publicado un comunicado al que ha tenido acceso El País en el que ha expresado que ha necesitado "tiempo para digerir este shock”. En un primer momento, optó por guardar silencio porque “en determinados temas o asuntos delicados el silencio puede favorecer”. Pero todo tiene un límite y, ante la presión mediática sufridas estas últimas semanas, su vida y la de sus hijos están por encima de todo. Hiba ha subrayado que sentía una “necesidad perentoria” de explicarse, así como de poder retomar su “vida personal, pública y profesional de la manera menos perjudicial y traumática posible”.
Y la gran pregunta que todos le han hecho durante este tiempo ha sido contestada por la actriz de la siguiente forma: "La relación estaba rota mucho antes de los hechos acontecidos en los que me he visto involucrada mediáticamente y de los cuales soy totalmente ajena”.
"Hoy me siento en el deber de hacer público este comunicado para manifestar mi estado de ánimo y aclarar en primera persona las informaciones erróneas que circulan. Y aun cuando en determinados temas o asuntos delicados el silencio puede favorecer, tengo la necesidad perentoria de explicarme, para así poder retomar mi vida personal, pública y profesional de la manera menos perjudicial y traumática posible, protegiendo por encima de todo a mis hijos que son, como no puede ser de otra manera, mi absoluta prioridad.
La realidad es que hacía ya un tiempo que, después de meditarlo mucho, el padre de mis hijos y yo tomamos la decisión de poner término a nuestra relación de pareja, mucho antes de los hechos acontecidos en los que me he visto involucrada mediáticamente y de los cuales soy totalmente ajena. Después de tomar la decisión de separarnos legalmente y dejar de convivir, a la espera de los trámites de divorcio, quién iba a imaginar que además de enfrentarme al consabido dolor que acarrea una separación, y aceptar el duelo que conlleva el fracaso de un proyecto familiar al que me había entregado en cuerpo y alma, tendría que enfrentarme a esta ignominia. He necesitado tiempo para digerir este shock.
Huelga recalcar que en mi vida siempre he estado y estaré del lado de las víctimas, por lo tanto, dada la gravedad de la acusación, solo nos queda confiar en el buen hacer de la justicia.
Os ruego que respetéis mi intimidad y la de mis hijos en estas delicadas circunstancias.
Gracias a todas las personas que me han mostrado su apoyo, cariño y respeto".