El FC Barcelona logró sin apuros el pase a los octavos de final de la Copa del Rey tras imponerse este sábado al Barbastro, de Segunda RFEF, por un contundente 0-4. El equipo oscense, que ya la pasada temporada eliminó al Almería cuando militaba en Primera División y que en esta dio buena cuenta del Espanyol en la anterior ronda, no pudo en esta ocasión volver a ejercer de 'matagigantes' ante el Barça, que mientras jugaba su partido estuvo presente en el pabellón Barris Nord de Lleida.
El Bàsquet Girona se impuso al Hiopos Lleida por 85-90 en un Barris Nord lleno hasta reventar, con lo que rompió una racha de seis partidos sin conseguir la victoria en la Liga Endesa.
Los de Moncho Fernández estuvieron mucho más acertados que los locales, quienes fallaron mucho de cara a canasta, lo que no les permitió engancharse al partido en los momentos importantes.
En el partido brilló con luz propia el argentino Máximo Fjellerup, quien amargó la fiesta leridana al lograr 19 puntos y 19 de valoración, dándole así un triunfo clave a los suyos en su lucha por la salvación.
El gran escándalo que unió el partido de Copa y el de la Liga Endesa lo protagonizó uno de los árbitros asistentes del partido de baloncesto, uno de los colegiados que se encargan del Instant Replay.
Un aficionado del pabellón grabó al árbitro controlando las cámaras del Barris Nord para analizar una jugada mientras veía en su móvil el partido del Barcelona ante el Barbastro.
Esta surrealista imagen no fue cosa de un momento, ya que en redes sociales circulan muchos vídeos donde se ve a esta persona viendo el partido de fútbol, incluso cuando el árbitro se acerca a ver la repetición instantánea para decidir sobre alguna jugada del choque.
Ante el revuelo causado por la viralización de las imágenes, el Lleida sacó un comunicado pidiendo explicaciones y avisando que se quejarán a la competición. "Un partido de baloncesto es un trabajo que merece un respeto y ayer, en la mesa de árbitros, no se respetó. Trabajadores del IRS (Instant Replay), ajenos al club, estaban mirando un partido de fútbol en el móvil. En este caso, desde el Força Lleida emitiremos un informe a la ACB sobre la situación y la falta de respeto que supone no sólo para los equipos que jugábamos, sino para la liga y la propia ACB", apunta dicho comunicado.