En términos futbolísticos,
Íñigo Soto García-Junco, es un 'One Club Man', un hombre de un solo club:
Helvetia Seguros. Sumar 27 años en una misma compañía es rara avis en un mundo en el que todo cambia a velocidad de vértigo. Un hecho excepcional con premio gratificante: el nombramiento como nuevo director general de Helvetia Seguros tras casi tres décadas de lealtad a unos colores. Tal vez todo lo explique la longevidad de
Helvetia, 160 años, y su apuesta por los proyectos estables y seguros.
Con
Íñigo Soto la continuidad está más que 'asegurada' -valga la redundancia-. El mismo despacho, pared con pared a su antecesor,
José María Paagman, con quien ha trabajado como director general adjunto -15 años- y como miembro del
Comité de Dirección -al que pertenece desde hace casi veinte años-. Y un lujo compartido:
la ciudad de Sevilla. Un edificio imponente a los pies de la
Torre del Oro, el de
Helvetia Seguros, y un sevillano amante de su profesión, de su tierra y de sus costumbres -nazareno en
Las Aguas y 'obligado' a disfrutar de la
Feria en la caseta de Helvetia-. En su plena madurez personal, con 53 años, con tres hijos -dos niñas y un varón, el de en medio-, a
Íñigo Soto, jugador y entrenador de baloncesto en su juventud,
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la
Universidad Complutense de Madrid y
Actuario de Seguros, le llega el apasionante reto de liderar a Helvetia Seguros en un entorno digital que está transformando nuestra sociedad.
- ¿Cómo lleva usted sus primeros días como director general?- Yo creía que no iba a notar cambios entre un 28 de diciembre y un 2 de enero -fecha en la que accede a la dirección general-, pero no es igual. La responsabilidad ahora es mía.
- ¿Le ayuda que José María Paagman no se vaya del todo -sigue como director de Relaciones Institucionales-?- Estoy bastante entrenado. Llevo casi treinta años en Helvetia. Conozco muy bien la compañía, el negocio y a José María. Y, aunque ahora me toque a mí tomar las decisiones, estoy seguro de que siempre podré acudir a él para pedirle consejo. Podría estar ilusionado y asustado, pero no es el caso. Estoy ilusionado y entusiasmado.
- ¿Le ha ayudado ser Actuario de Seguros durante tantos años?- Sin duda. Eso está muy relacionado con el negocio de seguros. El tener una cabeza acostumbrada a los números y saber medir todas las magnitudes. Los actuarios en España somos casi todos economistas. Ahora está cambiando. En Europa hay muchos matemáticos, también físicos, estadísticos... Un actuario es un especialista que trata con números y que hace previsiones. Somos casi adivinos capaces de medir el futuro. Decimos cuáles son los precios que deben tener las pólizas de seguros haciendo la cuenta al revés. Antes de decirte el precio de una póliza de automóvil, por ejemplo, tengo que suponer cuántas veces te vas a chocar, cuántos coches van a circular y qué gravedad tendrá el accidente dependiendo de quién eres, de dónde vives, de qué coche tienes y de cuántos siniestros has tenido. Hay que predecir todo esto tipo de situaciones con previsiones estadísticas y de acuerdo a las poblaciones, a los segmentos, etc., etc. Así nos preparamos para el futuro, para saber cuánto capital necesito por si se producen otros siniestros y no tengo suficiente para pagar con las primas.
- ¿Le llega el nombramiento en época de plena madurez?- Creo que sí. 53 años es una edad fantástica para apretar el acelerador e ilusionarse con muchísimos nuevos retos. Me siento con juventud profesional, con metas por cumplir y con un conocimiento muy grande. Es bueno tener una carrera de largo plazo, de esfuerzo, de dedicación, de honestidad y enseñar que eso da frutos. Me gusta incrementar la responsabilidad y tener papeles de cierto protagonismo en un momento tan especial.
- ¿Los proyectos a largo plazo son marca de la casa?- No es que sea la única forma de enfocar las cosas, porque también es importante renovar ideas, pero es cierto que valoramos mucho las relaciones, los planes y los proyectos a largo plazo. Además, somos muchos los que nos hemos hecho profesionales juntos aquí. Estoy ahora con una responsabilidad especial, en un momento de cambio precioso, con una compañía que está llena de compañeros y amigos. Tengo esa suerte.
- ¿Se puede hablar de línea de gestión continuista?- Tras tantos años junto a José María Paagman, este cambio no puede ser para romper con todo ni para corregir cosas del pasado. Cada cual tiene su impronta y aplica su criterio. Además, estamos en un momento de cambio muy significativo y tendremos que acelerar la adaptación a un entorno que se mueve con tantísima rapidez. Ahí está la base de nuestra estrategia 20.20.
- ¿Qué significa 'Estrategia 20.20'?- Que cada cuatro o cinco años hacemos un plan estratégico, aunque lo vamos reajustando año a año. El último plan concluye en el año 2020 y ahora elaboraremos uno nuevo hasta el 2025. Girará en torno al cliente, considerando que el mundo, el cliente, los procesos y las herramientas están cambiando por las nuevas tecnologías de una forma muy rápida.
-¿De qué manera afecta a Helvetia la transformación digital?- El cambio es brutal, impensable hace cinco años. Internet transforma al ciudadano, al consumidor y la cultura del propio cliente. En la capacidad que tiene para compararnos, en la exigencia de calidad, de inmediatez, de tener acceso cómodo, rápido, multicanal... Todo eso afecta al mundo y a las empresas de servicios. A las pequeñas quizás menos, pero la nuestra cuenta con más de un millón de clientes. La irrupción de nuevos competidores como Google y Amazon cambiarán las reglas del juego y tendremos que hacer, en parte, las cosas de otra manera. Sin embargo, aumentarán las necesidades de aseguramiento, de estabilidad y seguridad a largo plazo.
- ¿El factor humano será un valor diferencial?- Habrá situaciones en las que una solución puramente digital será suficiente. Ese partido también lo queremos a jugar y será complejo con los enormes Google o Amazon y con los que puedan aparecer. Pero además de tener servicios rápidos, ágiles y sencillos, el asesoramiento personalizado será muy valioso al elegir un seguro, a la hora de un siniestro o en riesgos complejos que serán difíciles de 'comoditizar'. Quien tenga una empresa de transportes, no encontrará fácilmente en Amazon una solución aseguradora adecuada e individualizada. Cuando se contratan varios seguros que suponen una cuantía importante, también tiene un gran valor que alguien tenga tu foto completa y te pueda dar la recomendación adecuada. Eso supone una parte grande de la tarta y accederemos a ella porque no damos lo mismo que otro por internet. Damos algo distinto que vale mucho más. Más digital, más multiacceso, con más herramientas, pero en la mayoría de las ocasiones con personas detrás.
-¿Seguirá siendo el patrocinio deportivo una de las apuestas fuertes de la compañía?- No hay ningún plan de cambiarlo. Hemos patrocinado equipos de fútbol, de rugby, de hockey, de baloncesto y también algunos deportes de base, más populares, como el remo, el atletismo en una escala un poco menor... Ahora llevamos años vinculados al balonmano. Nos sentimos muy cómodos e identificados con los valores del deporte. Y no sólo por difundir la marca, sino por casarla con nuestros valores de esfuerzo, de trabajo en equipo... Patrocinar a un gran equipo de fútbol supondría un impacto importante en la marca, pero diría que me siento más reflejado con esos clubes con un espíritu cercano a lo amateur. Yo he hecho deporte toda la vida, mis hijos también, y me siento muy identificado con todo lo que implica el deporte.
- El Director de Marketing de Helvetia, Javier García, echa en falta la llamada de los políticos para profundizar en los patrocinios deportivos. ¿Qué piensa al respecto?- A ver si toman nota, si hay suerte y nos atienden, porque hemos dado muestras de apoyo continuado y estable al deporte.
- ¿Se tiende a querer asegurarlo todo en un solo producto?- Por determinados problemas técnicos y operativos, de vencimientos y problemas legales, en general en el mercado escasea un solo producto que lo cubra todo y al cliente no le interesa tenerlo. La gente necesita soluciones independientes. Lo que sí tenemos es un solo cliente y una visión de 360 grados de él. Conocemos sus pólizas y lo que creemos que es más interesante para él.
-Helvetia y Sevilla ya tienen importantes lazos que unen a la compañía y a la ciudad. ¿Se potenciarán teniendo en cuenta que usted es sevillano?- La implantación de la compañía en Sevilla ronda los 130 años. Ni siquiera el Sevilla o el Betis son más antiguos. Es una oportunidad para Sevilla en términos de empleador y es un valor importante para la cercanía que damos a nuestros clientes. La vinculación con Sevilla ya está y la vamos a mantener. A mí no me han buscado por ser sevillano, pero sí es verdad que estoy aquí por la apuesta que la compañía ha hecho por Sevilla. Ya hemos tenido el primer comité de dirección de la nueva época y los dos compañeros que se incorporan también son sevillanos.
- ¿Percibe el aprecio de Sevilla, de sus instituciones públicas?- Lo notamos, sí. Y la satisfacción de mucha gente por mi nombramiento. Un poco por ser un paisano, por ser uno de los nuestros. Es muy bonito. Siempre habrá alguien que sienta lo contrario, pero en general percibimos la sensación de que a la ciudad le gusta que esté aquí la sede de Helvetia.
- ¿Qué importancia atribuye a la relación de Helvetia con los medios de comunicación?- Confío en que tengamos la habilidad para seguir teniendo una magnífica relación con los medios. Con los medios de Sevilla la relación es especial, pero también con los de Pamplona y con los de toda España. Los medios nos acercan a Sevilla y nosotros pretendemos ser algo de interés para los medios, por los eventos que sustentamos, por los patrocinios que hacemos o por nuestra capacidad de empleador.
- ¿El cambio político en Andalucía les afecta de alguna forma?- No tiene que ver con nosotros. Nos adaptaremos y esperemos que quien esté lo haga bien.