"Estoy en España desde hace muchos años y pensaba que estamos en una Liga en la que quejarse públicamente de los árbitros no es algo que puede funcionar, pero parece que funciona. Me parece una vergüenza". Esas palabras de
Zan Tabak, técnico bético, tras caer en el
Pabellón Príncipe Felipe han destapado la caja de los truenos.
El técnico croata había advertido, a lo largo de la semana, que el
Tecnyconta Zaragoza estaba tratando de presionar a los colegiados en un partido clave después que
Salva Guardia, director técnico del club maño, elevase una protesta ante el estamento arbitral quejándose por los últimos arbitrajes recibidos.
Pese a ello,
Tabak admitió que confiaba en los árbitros y que esperaba que no se dejasen "influir" en este partido, pero, tras éste, pudo apreciar que las protestas habían surtido efecto con un arbitraje muy casero que pudo decantar la balanza. Sus protestas fueron secundadas después por el director deportivo verdiblanco,
Berni Rodríguez. Ambos hicieron saber a
Antonio Gallo, exárbitro y miembro del departamento arbitral de la
ACB que supervisa todos los partidos en el
Príncipe Felipe, su malestar por las decisiones durante el
Tecnyconta Zaragoza-Real Betis.
Y si tras las quejas de
Guardia el estamento arbitral contestó con una callada por respuesta, sí ha salido a la palestra tras la protesta bética. Ayer, la asociación de árbitros de baloncesto,
AEBA, reclamó en un comunicado que cesen los "ataques que ponen en cuestión la honorabilidad" de los colegiados, en referencia a las quejas de
Tabak.
Esta asociación señala que no pueden permitir que "se ponga en entredicho la honestidad, e independencia" de los árbitros, así como de sus actuaciones cada jornada. "Solicitamos que dejen de exponerse situaciones irreales, donde se acusa sin fundamento ninguno que exista una relación directa entre las quejas de los diferentes clubes y nuestras actuaciones en la cancha", añadió la asociación arbitral.