El
Baloncesto Sevilla está lejos de aquel equipo que el curso pasado se quedó a las puertas de la Copa del Rey de la Liga Endesa y cayó ante un
Valencia Basket al alza en los ‘play off’ por el título de la 13/14.
El arranque no está siendo el esperado y, aunque las comparaciones, dicen, son odiosas, se antoja difícil no hacer una confrontación de datos y números para ver en qué se está fallando en la víspera de la sexta jornada de la competición liguera, donde aún no se han estrenado.
Desde la llegada del grupo inversor estadounidense a las oficinas de la calle Éfeso, los sevillanos no levantan cabeza y esto se ha dejado notar en el ambiente que rodea al club.
Las gradas, más vacías que de costumbre, y la afición padeciendo una situación que, hasta el momento, no parece que vaya a tomar una dinámica positiva.Y es que este equipo, más americano que nunca, hace dudar hasta al más positivo. Con una
media de 90 puntos encajados por partido, el
Baloncesto Sevilla no hace gala, precisamente, de una defensa que le aporte confianza y serenidad en cada uno de los duelos dirigidos por
Scott Roth, éste sin un esquema y guion claro. Y para más inri, sin titulación oficial para entrenar en la liga española, hecho que ha obligado al de Cleveland a asistir a los encuentros domésticos como ayudante.
Un ‘circo’ que se ha trasladado a la plantilla del cuadro sevillano tras la salida de tono de
Jacob Pullen con un aficionado vía Twitter,
obligando al club a tomar medidas. El base estadounidense, rindiendo a buen nivel desde su llegada, ha sido apartado y expedientado por la entidad hispalense.
Males que no acaban ahí. Los americanos que se incorporaron en pretemporada al
Baloncesto Sevilla y que manifestaron de ilusionante el nuevo proyecto, bien
Derrick Byars, Dane Watts, Xavier Thames... no están rindiendo al nivel esperado; otros, como
Willy Hernangómez o Balvin, no cuentan con demasiada confianza por parte de Roth...
Un cúmulo de adversidades que han situado al
Baloncesto Sevilla en la cola de la clasificación, con pocos aspectos positivos a relucir, si bien uno de ellos es el paso al frente de jugadores como
Nikola Radicevic o Pierre Oriola. El catalán ha prosperado a marcha forzada y el miércoles lo volvió a hacer en Eurocup, competición donde hasta el momento han dado la cara.