Pudo acabar en
Múnich, ya que el todopoderoso
Bayern, en los meses previos a que se desatara la peor pandemia desde que alcanza la memoria, estaba dispuesto a pagar los
30 millones de euros que figuraban en su
cláusula de rescisión. Lo frenó cierta indecisión del futbolista, su amor por los colores que ha defendido toda su vida, exceptuando una cesión de una campaña al
Baskonia. Unos meses después de aquella seria intentona y de no ser, ni mucho menos, la única oferta que manejaba, su club decidió atarlo y
blindarlo con un contrato
hasta 2025, mejores emolumentos y sin precio fijado para un adiós unilateral. Ahora, cualquiera que desee contar con él debe pasar por los despachos del Botxo, donde suelen ser duros con un producto
escaso y digno de protección.
Lo que pocos esperaban es que su
estatus fuese
devaluándose con el paso de los años. Porque, desde que diera el salto a la primera plantilla desde el filial en la
17/18 (que saldó con 3.167 minutos, repartidos en 36 encuentros de LaLiga y la Europa League, donde anotó un tanto), únicamente flojeó un poco su rendimiento el curso siguiente (1.276' y 15 encuentros), volviendo a unos registros notables en la
19/20 (más de 2.000' y 26) y la
20/21 (2.545 minutos en 31 partidos, con dos tantos y una asistencia en su haber). Por todo lo anterior, resukta extraño que se haya convertido en un futbolista transferible, de tal manera que estuvo muy cerca de salir en la pasada ventana
invernal, frenando la entidad un traspaso con el que estaba
de acuerdo el entrenador.
El
Benfica y el
Valencia optaban, como poco, a una cesión con opción de compra, pero
Unai Núñez (25) sigue en el Athletic. Y eso que es el cuarto central para
Marcelino García Toral, que confía en la dupla
Yeray-Iñigo Martínez y que prefiere a
Dani Vivian antes que al portugalujo, en una tesitura muy incómoda que no tiene visos de mejorar la temporada que viene. Sus tres competidores continuarán, salvo sorpresa, en las filas del
Athletic, que tiene muchas esperanzas puestas en dos prometedores centrales del filial, que se quedó el pasado verano a las puertas de Segunda división. Con permiso del capitán,
Jon Sillero, tanto
Aitor Paredes como
Ander Lorente son muy del gusto de los técnicos vizcaínos, por lo que, como tampoco parece que el técnico asturiano vaya a emigrar, Núñez deberá buscar una solución que contente a todos.
Lógicamente, el club rojiblanco no va a concederle la
carta de libertad ni lo regalará, aunque seguramente sea menos reacio a un préstamo que asegure minutos a su canterano para que, entre otras cosas, no pierda
valor de mercado (ahora está tasado en
12, casi la mitad de lo que 'costaba' hace poco menos de dos años). Según ha podido saber ESTADIO,
media LaLiga está pendiente del futuro de Unai, entre ellos un
Betis que no descarta movimientos en el eje de la retaguardia en la próxima ventana, última para sacar réditos por
Bartra y Víctor Ruiz, o bien para renovarlos antes de que se vayan gratis (pudiendo comprometerse a partir de las siguientes Navidades). Sin posibilidad seguramente de realizar una oferta conveniente para el traspaso, llegado el caso, desde Heliópolis intentarían ofrecer un proyecto ambicioso e interesante en el que casaran las cualidades del zaguero:
juego aéreo, intensidad, potencia y anticipación. Las relaciones con su agencia, '
Leaderbrock' (la de Camarasa), son
excelentes.