Leganés-Real Betis: Una miguita de pan en el camino

Leganés-Real Betis: Una miguita de pan en el camino
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 4 min lectura
El Betis, que diseñó en verano un proyecto muy ambicioso que debía encontrar el camino que lleva al ansiado crecimiento sostenido se siente ahora diminuto, una vez disputadas las 23 primeras jornadas de una Liga en la que ocupa un discreto decimotercer puesto que le tiene en tierra de nadie: soñando con adquirir uno de los últimos billetes para el tren de la Europa League, pero más cerca todavía de la zona de descenso -el colchón menguó a ocho puntos tras la victoria del Mallorca- que de la sexta plaza que ocupa un Villarreal que está con 10 unidades más después de ganar al Levante en el duelo valenciano.

En este contexto tan ambigüo e indefinido saltará hoy el conjunto heliopolitano en el estadio de Butarque. Allí, en la casa de un correoso Leganés, el 'Pulgarcito' verdiblanco quiere empezar a marcar el camino con migas de pan para encontrarse y descubrir dónde le conduce esta errática senda por la que transita sin rumbo definido.

Mediado ya el mes de febrero, el equipo de Rubi sólo ha logrado ganar un partido fuera de casa y esas cifras no hay optimista que las defienda. Ni siquiera el argumento de la brillante recta final del entrenador catalán hace un año para meter en Europa al Espanyol sirve para alumbrar los pasos que, como puede, va dando una taciturna plantilla.

El propio Rubi admitió en sala de prensa que los últimos resultados adversos -mezcla de falta de pegada, errores ingenuos atrás y calamitosas actuaciones arbitrales- les han dejado "muy fastiados" y que la única cura para curar la depresión es "ganar en Leganés". "Sólo vale ganar, el empate sería un mal resultado", llegó a admitir el técnico bético, que sabe que la indiferencia es un enemigo muchísimo peor que la decepción o la desmotivación.

Ganar, más que soñar con ir a Europa, es urgente para poder recuperar la confianza y aspirar a recorrer el último tercio de LaLiga con algún objetivo en su horizonte. En el caso contrario, estos tres últimos meses pueden hacerse eternos en La Palmera.

Para esta determinante misión, Rubi no prevé hacer muchos cambios ahora que, aunque muy tarde, por fin tiene un once tipo de su gusto. Así, Joaquín en lugar del sancionado Fekir y, a lo sumo, Loren por Borja en este turno rotatorio que ambos asumen sin salir de sus respectivas sequías.

A priori, Guido Rodríguez, William Carvalho y Sergio Canales deben seguir adaptándose, pues es la tripleta de centrocampistas que más convence al catalán, con permiso de Guardado, quien vueve tras salir de su lesión. Aleñá, intrascendente contra el Barcelona caído a la derecha, es otro de los que deben dar la cara. Sin Fekir y sin Lainez, la única amenaza para él sería un Tello que no acaba de enchufarse.