El postrero
2-1 ante el Celta, merced al tanto de
Fekir en el alargue, no ha cambiado demasiado
la situación de Rubi, aunque, lógicamente, ha aliviado la de un equipo que sale del descenso, pues había sumado únicamente un punto de los anteriores doce.
No obstante, en la planta noble
siguen analizando el futuro de la primera plantilla y, en las próximas horas, se celebrará una reunión del consejo de administración de la que no se esperan
medidas drásticas, pues tendría poco sentido dejar al entrenador en su puesto tras dos derrotas (ante Real Sociedad y Granada) y echarlo después de ganar a los vigueses.
Existe una honda preocupación, eso sí, por el escaso fútbol que transmite el equipo. Incluso,
fuentes consultadas por ESTADIO restan importancia a la piña que se formó alrededor de
Rubi con el 2-1, auspiciada principalmente por
Fekir y
Emerson, pero seguida luego por un buen número de futbolistas.
Valoran, obviamente, los dirigentes verdiblancos que exista
unidad y compromiso en el vestuario, si bien consideran más un guiño al equipo en sí que a la figura del míster catalán, cuyo crédito, si no está agotado, se encuentra muy al límite. Por tanto, pese a los rumores que apuntaban, incluso, a una destitución la misma noche del miércoles, todos los indicios apuntan a que
Ferrer Sicilia se sentará en el
Bernabéu este sábado.
Nadie se atreve a asegurar su presencia al frente de la nave más allá.
Y más allá es el derbi. Los rectores esperan ver algo más que casta o un resultado positivo el próximo partido. De hecho,
los contactos con Setién, Javi Gracia y otros técnicos se siguen produciendo.