Tenía que ser
Álvaro Vadillo. El que fuera estandate de la cantera bética se enfrentaba este domingo por primera vez ante su exequipo y lo hacía logrando el tanto que le daba la victoria al
Granada y le situaba en lo más alto de la tabla casi 50 años después. Tras esto, el gaditano admitía en Onda Cero la emoción con la que había vivido toda la semana por este duelo, el sentimiento bético que aún conserva y lo que sintió tras meter el gol.
"Ha sido emocionante toda la semana, desde que salí de allí nunca me había enfrentado al
Betis. Y lo he vivido de manera especial", afirmaba el exbético, que sabía que "no lo iba a celebrar" por todo lo que representaba el Betis, con quien curiosamente debutó en un duelo ante el Granada.
Si los prolegómenos del partido fueron especiales, el choque en sí significó un cúmulo de sentimientos. "Saludé a los utilleros que aún continúan, al delegado, al cuerpo técnico, que lo tuve en Huesca. Lo he vivido con mucha emotividad", afirmó sobre un partido que se desarrolló como esperaban y en el que encontró como mejor socio a un sevillista. "Sabíamos que el Betis arriesga bastante en la salida de balón y
Carlos Fernández me vio... En cuanto lo metí, sentí mucha emoción y sabía que no lo iba a celebrar. El respeto al club que me hizo debutar en Primera división siempre lo voy a tener, pero me quedo muy contento por lo que estamos consiguiendo".
Y por si fuera poco, al partido, a la gran victoria y al liderato, Vadillo pudo añadir la realización de otro de sus sueños: cambiarse la camiseta con
Joaquín. "Se la he pedido. Eso, para mí, es gloria", concluyó.