Dolió en San Pablo la derrota del pasado martes ante el Obradoiro, pero sin tiempo para lamentarse, tuvieron la oportunidad de desquitarse y el Betis no la desaprovechó. El conjunto verdiblanco recupera sensaciones y juego y vapulea a un histórico situado en la zona baja, que salió escaldado de su visita a Sevilla (89-59).
Esa inesperada victoria ante los gallegos en el partido intersemanal convertía este otro encuentro en una final y el equipo de Gonzalo García de Vitoria así se lo tomó. En el primer cuarto encarriló el partido y antes de que se llegara al descanso lo tenía sentenciado. Incluso se permitió, en los dos últimos periodos dar minutos a los que menos juegan para que cojan confianza en un tramo de la temporada en el que las bajas obligan a tirar de donde haga falta.
Situados a dos victorias del trío de cabeza, el Betis no se podía permitir una más. A su favor tenía que el Valladolid no ha empezado bien la temporada, pero no podía fiarse, porque los pucelanos estaban en racha a domicilio y sus triunfos habían llegado últimamente lejos del Pisuerga.
La rápida ventaja de 7-0 con la que el Betis abrió brecha ya dejaba claro lo enchufados que habían salido los andaluces, que a partir de ahí no hicieron sino ampliar su ventaja. Enfrente estrenaba titularidad un bético, Mike Torres, aunque poco se le pudo ver al hispano-dominicano. Sólo Vucetic (13 puntos) y Demers (11) se dejaron ver en un equipo que bastante había hecho en el primer cuarto por mantenerse al final por debajo de los diez puntos de diferencia.
En el segundo, el Betis siguió a los suyo, pero apretó en defensa y la distancia se hizo insostenible. Con Hughes como principal estilete y aprovechando los errores rivales en el tiro, el Betis se fue 24 arriba al descanso (49-25) y, poco después, llevó la ventaja a los 30 puntos, guarismo en el que se movieron casi la totalidad de los dos últimos cuartos.
Tan enchufados estaban los pupilos de Gonzalo García que doblaron a su rival en rebotes (41 a 21). Todo para borrar el mal recuerdo del martes, pero también para que los de arriba sepan lo que les viene por detrás. Con esta victoria, el Betis se queda en cuarta posición, en solitario, pero a dos victorias de los líderes. Este viernes toca una durísima visita a otro histórico como es el Ourense antes de despedir el año en casa, en el 'derbi' ante el Morón.
Real Betis (25+24+19+21): Renfroe (7), Benite (10), Hughes (20), Radoncic (11), DeBisschop (14) -cinco inicial-, Cvetkovic (2), Pablo Marín (5), Domènech, Kasibabu (8), Rubén López (10) y Kulishenko (2).
UEMC Real Valladolid (16+9+16+18): Mike Torres (2), Puidet (3), Demers (11), García-Abril (4), Vucetic (13) -cinco inicial-, Atencia (2), Manchón (8), Rozitis (4), Kovacevic (6), Sans (2) y De la Fuente (4).
Árbitros: Martín Vázquez, Areste Giralt, Benavente Parra. No hubo eliminados.