Si hay un equipo que actualmente domina con puño de hierro la NBA, ese es sin duda alguna Boston Celtics. Ya no solo por lo que están haciendo esta campaña los de Joe Mazzulla marchan con una marca de 14 victorias y 3 derrotas que les coloca en la segunda plaza del Este, con tres de ventaja sobre los terceros, los sorprendentes Orlando Magic, pero eso sí, a tres triunfos del que está siendo el mejor equipo de esta campaña 2024/25, los Cleveland Cavaliers, que acaban de perder su primer partido y tienen un récord de 17-1. Pero para los verdes este es un síntoma de que siguen en la gran línea que llevan varias temporadas manteniendo.
Porque en su mochila llevan lo logrado hace unos meses, cuando tras ser el mejor equipo del año con soberana diferencia, arrasaron en las finales para conseguir el ansiado anillo, superando a Los Angeles Lakers como la franquicia más ganadora de siempre, pero sobre todo, certificando el éxito de un proyecto que llevaba años trabajando y al que solo le faltaba el premio final, y llegó al fin. Pero siguen siendo el bloque a batir y los favoritos para repetir, pero para eso queda mucho, aunque a partir de esta noche van a ser aún más peligrosos.
Como hemos dicho, el equipo de Boston llevaba años arriba, pero sumó dos fichajes que le dieron un salto de calidad, uno por fuera,. con Jrue Holiday, que aportó consistencia y dirección, además de una gran defensa, y sobre todo, otro por dentro, el de Kristaps Porzingis. El pívot letón sumó puntos, centímetros y una gran inteligencia que ayudó a los del TD Garden a llegar a la gloria. Sin embargo, al igual que le ha pasado durante toda su carrera, al ex del Cajasol le sobrevinieron las lesiones.
En concreto fue en las propias finales, más bien nada más acabarlas, cuando optó por pasar por el quirófano para solventar del todo sus problemas en el pie, y ahora, cinco meses después de salir del 'taller', ya está de vuelta. En concreto los Celtics han confirmado que será esta noche ante Los Angeles Clippers cuando salte de nuevo a la pista. Es muy probable que durante las primeras semanas o incluso más, esté recortado, pero el gran objetivo final no es otro que llegar a tope al final del año, donde debería volver a ser decisivo, porque sin el letón los campeones son un equipo muy peligro, pero con él se convierten en una máquina casi imposible de parar.