Roger Grimau ha decidido que su tiempo de 'descanso' ha finalizado y, después de tres meses sin hablar, ha aparecido en los últimos días para repasar su etapa como barcelonista y ajustar alguna cuenta que había quedado pendiente.
En RAC1 narró cómo había sido su despido, algo que estaba decidido una vez se consumó la eliminación del Barça en las semifinales de la Liga ACB, y también confirmó que todo lo que se había hablado de su pelea con Willy Hernangómez era cierto. Y que fue él el que decidió no llevarlo más allá y apartar al pívot madrileño del equipo. “Son dos o tres cosas puntuales y muy escandalosos de cara al gran público, pero tampoco creo que fuera un drama de relación”, aseguraba un Roger Grimau, que no se lo tomó como algo personal y apostó por el equipo. "Cuando pasó aquello yo pensé en el club. Willy es un jugador top o franquicia, en el que se han gastado mucho dinero. ¿Qué gano apartando a un jugador? Preferí intentar ir juntos, pensando en el club”, desveló.
Ahora, en otra entrevista en La Vanguardia, Grimau se queja de que, pese a ser un hombre de club y que miró por el Barça, éste lo "utilizó" y luego le dio la espalda. "He sido un blanco fácil en general. Esos partidos pudieron empeorar la percepción que se tenía de mí, creando una pátina latente de desconfianza", señaló en referencia a los 'play-offs' de la Euroliga que fueron, realmente, los que dictaron su sentencia: "Fuimos una montaña rusa. No supimos dar continuidad a esos momentos o estar finos en los partidos clave. Estoy orgulloso de la Copa del Rey que hicimos, pero no la ganamos por dos minutos malos ante un Madrid que ha dominado la década en este deporte. Contra el Olympiacos, en el 5º partido de los 'play-offs' hicimos un clínic en defensa, pero no estuvimos bien en ataque. No vendo humo. Nos faltó la guinda y fuimos, por momentos, un muy buen equipo", añade.
El que fuera capitán del Barça, aparte de ser luego entrenador, reconoce que está dolido y que le costará ver a sus jugadores en este arranque de temporada, porque aún tiene muy presente la pasada. "Me costará -seguir al Barça-, sobre todo al principio. Me pasó también como jugador. No es por rencor. Es que soy muy del Barça y creo que mi sitio está allí", afirma un Grimau que no descarta, en un futuro, poder volver a tener la oportunidad de dirigir al equipo de sus amores. "No lo sé. Si es como entrenador otra vez significará que me ha ido bien, así que no estaría mal", señala el técnico catalán.