El
Unicaja, con sólo una victoria de ventaja sobre los puestos de descenso, tiene este sábado un partido vital para darle la vuelta a la situación ante el
Monbus Obradoiro, también en posiciones comprometidas aunque con la baza importante a su favor de haber conseguido siete de sus ocho triunfos como local.
El
conjunto malagueño, muy irregular durante la temporada, acumula dos derrotas consecutivas ante el UCAM Murcia (87-88) y Gran Canaria (76-59), donde volvieron a salir los graves problemas de concentración y juego que padece y que le han llevado a la incertidumbre en su clasificación en Liga,
duodécimo con ocho triunfos.
A los resultados en la competición española, hay que sumar los de la
Liga de Campeones, en la que pese a estar clasificado para los cuartos de final, en el último partido contra el Ostende (86-68) ofreció una muy pobre imagen, sobre todo en el último cuarto.
El Unicaja no puede tener más descuidos en la
Liga Endesa y se mide a un rival que se encuentra en la decimotercera posición con ocho victorias y sólo un puesto por detrás de
los malagueños, y que llega al duelo tras haber batido en su pabellón de Fontes do Sar al Bitci Baskonia (81-76).
Ambos equipos se han enfrentado en un total de 24 ocasiones en la Liga regular, con un balance de 17 victorias y siete derrotas favorable al Unicaja, con
nueve triunfos en los últimos 10 partidos.
Esta temporada, en el Martín Carpena, el Unicaja se impuso por 91 a 79, con 24 puntos de Jaime Fernández y en el último choque duelo en Santiago de Compostela, disputado el pasado 20 de marzo, los malagueños ganaron con una canasta sobre la bocina de
Darío Brizuela (83-85).
El base
Jaime Fernández y el alero francés
Axel Bouitelle serán bajas por lesión y es duda el base estadounidense
Matt Mooney, que se perdió el choque ante el Ostende por un esguince de tobillo