El tenis está en un momento muy convulso actualmente, pues las cosas están complicadas, como se ha visto en la última semana cuando la asociación de jugadores presento una denuncia contra la ATP, la WTA y la ITF por las condiciones económicas para los jugadores, algo que está en manos de los tribunales. Pero mientras estos días se está jugando el Masters 1000 de Miami se ha una de las grandes estrellas del circuito como Alexander Zverev ha iniciado su propio guerra contra el circuito, no tanto por el dinero, si no por como son tratados los jugadores semana tras semana.
Tras su estreno en el torneo, donde ganó sin sufrir en exceso a Jacob Fearnley, el de Hamburgo no se cortó lo más mínimo y se desquitó contra el órgano rector del tenis mundial.“La ATP nació como una asociación de jugadores con la intención de proteger a los jugadores al máximo, pero ahora el tenis es un negocio. Como cualquier otro deporte, se ha convertido en un negocio: por un lado están los jugadores y por otro lado están los torneos, pero también hay gente entre medias". 'Sasha' es uno de los más activos en los despechos a la hora de defender sus derechos y los de sus compañeros, por eso mismo no se ha cortado lo más mínimo.
El problema según él es que en los últimos 20 años ha cambiado mucho la forma en la que se relacionan los diferentes actores principales del deporte. "La ATP se ha convertido en una empresa donde los torneos son más importantes que los jugadores". Y el número 2 del mundo no está de acuerdo con como se han hecho las cosas, pues para él la salud y la longevidad del jugador deberían ser lo primero.
En lo que se refiere al tenis, Zverev está buscando recortar puntos en el ranking mundial aprovechando la sanción a Jannik Sinner por dopaje, pero ahora no está siendo capaz. La gira de tierra batida por Sudamérica fue un drama para él y en Indian Wells no levantó cabeza, pero por ahora en Miami ha comenzado bien. Su siguiente rival en la ciudad de Florida será el siempre peligroso australiano Jordan Thompson, que tratará de dar la sorpresa y hundir más al teutón. Más allá de eso, su mejor momento del curso es la tierra batida y apenas quedan unas semanas para que empiece en Montecarlo.