Rafa Nadal trataba estos días de paliar la decepción provocada por su renuncia a Indian Wells con un mensaje de tranquilidad en el que se veía el cambio radical que ha experimentado para preparar la temporada de tierra batida que arranca en tres semanas.
"Tierra... Tierra...", publicaba el tenista balear en una 'storie' de Instagram, donde ratificaba el que ha sido su objetivo desde el principio y lo único que tendrá en mente en las próximas semanas.
"No sé a qué nivel estaré en Indian Wells, pero es lo de menos a día de hoy. Lo prometo. Para mí es importante pasar unos días en Indian Wells y entrenar con profesionales. (...) Para mí, lo prioritario es intentar salir ileso de Indian Wells. Lo que se tenga que dejar, dejarlo en la temporada de tierra, que puede que sea la última o no, no lo tengo decidido al 100 por 100. De momento las cosas van por ese camino", señalaba Rafa Nadal justo antes de jugar su partido de exhibición frente a Carlos Alcaraz.
El español nunca ha ocultado que su objetivo era estar bien para abril. De hecho, antes de lesionarse en Brisbane, así lo confirmó su técnico, Carlos Moyá. Pero su idea era jugar diez o doce partidos entre Brisbane, Melbourne, Doha e Indian Wells y sólo ha podido disputar los tres de Brisbane y el de exhibición ante Alcaraz, aparte de los sets que ha jugado tanto a principios de temporada como en Indian Wells ante algunos de los tenistas punteros. El bagaje no es el esperado, pero es con lo que llegará a Montecarlo, su primer reto.
Hay quien duda de si podrá rendir en tierra y un exrival suyo reconoce una realidad que pocos se ateven a decir, que Nadal "lleva unos meses siendo una sombra de sí mismo". Así lo asegura Jo-Wilfried Tsonga, un tenista que también tuvo que sufrir mucho con las lesiones en la etapa final de su carrera y no pudo despedirse como le habría gustado.
"Rafa ya no tiene nada que demostrar. Eso se acabó. Sólo quiere tranquilizarse, decir 'vale, ya está, puedo irme'. Está buscando su propia validación para poder irse. La verdad es que lleva unos meses siendo una sombra de sí mismo. Creo que sólo quiere demostrárselo a sí mismo, decirse ahora: 'Estoy a salvo para irme, estoy en paz'", afirma el extenista francés en una entrevista en L'Equipe, donde, no obstante, no da por 'muerto' a Nadal en tierra batida.
"La verdadera incógnita es lo que Rafa es capaz de hacer en tierra batida. En pista dura lo sabemos. Por lo que hemos visto, sabemos que no se mueve tan bien, que nunca rendirá como antes. Pero en tierra batida es una auténtica incógnita. Tenía tanto margen sobre los demás... ¿Será capaz de mantener el tipo en un partido difícil? Esa es la verdadera incógnita", afirma el exnúmero 5 del mundo.