Antonio José Medina4 min lecturaLa sorpresa ha rondado el arranque de la quinta jornada del Open de Australia, en el que dos de los grandes favoritos en el cuadro masculino y la número uno del mundo han evitado el descalabro en el tramo final de sus respectivos partidos.
Especial descalabro pudo ser para un Alexander Zverev que se vio casi derrotado por el 163 del ranking mundial: Lukas Klein. El eslovaco llegó a ir venciendo por dos sets a uno y llevó al 'tie break' en los dos últimos sets al alemán, que acabaría resolviendo por 10-7 en el último de ellos.
Klein, tras perder el primer set de forma ajustada (7-5), se desató ante la teórica superioridad de su rival y empezó a jugarse bolas que, en muchas ocasiones, acabaron dentro. Así, fue poco a poco minando la moral de un Zverev que veía cómo, no sólo le aguantaban, sino que le superaban con golpes ganadores.
El eslovaco se llevó los dos siguientes sets por 6-3 y 6-4, llevó al desenlace final a Zverev en el cuarto, en el que rozó la bola de partido y acabó cediendo por 7-5 en el 'tie break' y, en el último, también forzó la 'muerte súbita', en la que falló una volea de revés fácil con 7-8 que le costó el partido.
Klein acabó cometiendo 83 errores no forzados, pero, a cambio, anotó 80 'winners' que a punto estuvieron de darle el triunfo. “Ha jugado increíble. Golpeando todas las bolas tan fuerte como podía por los dos lados. No sabía qué hacer, probablemente él mereció ganar más que yo”, admitía un Alexander Zverev que necesitó cuatro horas y media para cerrar su pase a tercera ronda del Open de Australia.
Algo menos de tiempo, tres horas y 50 minutos, pero casi el mismo suplicio vivió Casper Ruud, undécimo favorito, ante el tenista australiano Max Purcell, al que también tuvo que derrotar en el 'super tie break' del quinto set por 10-7.
A diferencia del choque de Zverev, este duelo sí tuvo más alternativas, aunque el concepto principal fue el mismo, el de un jugador que se sabe inferior y trata de revertir la situación jugando al límite y arriesgando con sus bolas. En este sentido, Max Purcell, logró meter hasta 93 puntos ganadores, más del doble que su rival, pero a cambio concedió 65 errores no forzados, el triple que un Ruud que acabaría sacando ventaja de su regularidad.
Esta estrategia 'suicida', no obstante, casi resulta y sólo en el apretado final sacó el tenista noruego adelante el choque por 6-3, 6-7(5), 6-3, 3-6 y 7-6(7). Su próximo rival será el británico Cameron Norrie, que superó, también en cinco sets, al italiano Giulio Zeppieri.
La número uno del mundo, Iga Swiatek, no tuvo que ir tan al límite ante la norteamericana Danielle Collins, a la que superó por 6-4, 3-6 y 6-4. La estadounidense, siete del mundo hace tan sólo año y medio, sacó a relucir el tenis que le llevó hasta esa posición, como ya había hecho en su primer partido, ante la alemana Angelique Kerber, pero esta vez se topó con una Swiatek que quiere mantener su posición privilegiada y, como mínimo, llegar a su primera final en el Open de Australia.