La gran final del ATP 500 de Pekín ha traído el que es indiscutiblemente el mejor partido que se puede ver en el mundo del tenis actualmente, la gran rivalidad entre los dos jugadores que se han repartido los grandes este 2024, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, dos bestias competitivas a las que les da igual la categoría del evento y solo quieren arrasar, como han demostrado en uno de los duelos de la temporada. Al mejor de tres sets y en más de tres horas, pero lo han dado todo hasta que solo ha quedado uno en pie, el murciano. Y el número 1 de la ATP, lejos de estar molesto por perder, ha reconocido la superioridad de su oponente.
El propio Sinner confirmó lo que se vio en pista sobre su rival, que “hoy tuvo "su día" y "jugó mejor en los momentos importantes". "Eso fue todo. Fueron sets muy cerrados, decididos por puntos muy pequeños, y hoy esos puntos fueron para él”. Y si de por sí estuvo mejor el murciano, pese a que sufrió alguna de sus típicas desconexiones, pero cuando le hizo falta se encontró. “En los 'tie breaks' se siente cómo que esos pequeños márgenes son enormes”.
Si algo ha tenido el duelo pekinés es que ha sido un espectáculo tremendo, con puntos de locura y golpes que solo pueden hacer ellos, y es que dan el máximo cuando se tienen enfrente, algo que Sinner cree que es es así por Alcaraz "es un punto de referencia”. Además, destacó que este tipo de partidos resultan son de los que hacen afición por su intensidad y giros en el marcador. “Son partidos largos, físicos, con muchos puntos de inflexión, y creo que a la gente le gustan”. Y es que este fue el duelo más largo de la historia del China Open, donde defendía título.
Sin apenas descanso van a tener que irse a Shanghai, pues este viernes inician su participación en la segunda ronda del Masters 1000 chino. Y van a necesitar coger el ritmo rápido, pues sus rivales van a llegar más rodados en aquellas pista. El italiano tendrá un debut incómodo ante el japonés Taro Daniel, en el que obviamente será muy favorito, pero teniendo en cuenta la cantidad de horas en pista y el viaje de 1300 kilómetros atravesando el gigante asiático, va a vivir una situación cuanto menos compleja.