El mejor Rafa Nadal está de vuelta. Si ante Dominic Thiem ya demostró que no se le había olvidado jugar al tenis, frente a Jason Kubler dio un paso más y mostró su versión más letal. Superó al australiano por un contundente 6-1 y 6-2 en una hora y 23 minutos y se citó con otro oceánico, Jordan Thompson, en cuartos de final del ATP250 de Brisbane.
El tenista español no dio ninguna opción a un Kubler que, por ranking, habría sido asequible si no se encontrara Nadal saliendo de un año de parón. Por suerte para él, en la siguiente ronda tampoco le tocará un rival muy exigente. Eso sí, Jordan Thompson, actual 55 del mundo, llegará descansado, ya que no ha jugado su partido de octavos ante Ugo Humbert, que se retiró por problemas estomacales. El francés le habría complicado, en teoría, más a Nadal su posible pase a semifinales.
El partido ante Kubler fue más fácil de lo previsto. Nadal dejó claro al final que sabía cómo jugaba su rival -lo había visto en videos- y lo que tenía que hacer, pero la enorme versión que dio contrasta con esas palabras en las que señala que le queda mucho para estar a su mejor nivel.
Rafa Nadal no es muy dado a dar oportunidades, su 'instinto asesino' en la pista siempre le ha caracterizado y si ve la ocasión, va a por ella sin dudarlo. Ante un Kubler dubitatibo y errático, el balear fue a por él y pasó como un torbellino desde el inicio. Cuando el australiano se quiso dar cuenta perdía por 5-0 y tenía liquidado el primer set.
Cierto que Kubler no se veía capacitado para plantar cara desde el fondo y que el servicio no le estaba funcionando para practicar el juego de saque y volea con el que pensaba jugarle al balear, pero es que éste recordó al mejor Rafa Nadal de los últimos años.
Sus golpes tenían la misma contundencia, su dominio en los intercambios no encontraba oposición y, además, se mostró mucho más entonado en el resto, donde sí había tenido desajustes ante Dominic Thiem. El 5-0 era concluyente y Kubler dejó aún más dudas con una atención médica para solucionar unos problemas que estaba teniendo en su antebrazo.
El parón le vino bien al australiano, que se estrenó en el partido a continuación y mantuvo su inercia para situarse 0-40 con servicio del español. Pero Nadal no estaba dispuesto a dar aire y dejar escapar ni siquiera un saque. Se rehizo el balear para poner el concluyente 6-1 en la primera manga.
La segunda comenzó con una advertencia a Nadal por su tardanza en regresar de vestuarios, que le pudo costar un punto. Eso aceleró al español, que, en poco más de cinco minutos, ya iba 2-0 arriba.
Y eso que enfrente, Kubler había mejorado, viéndose perdido se soltó y empezó a meter primeros y a hacer las voleas que acostumbra. Ganó un juego con su saque y tuvo una bola de 'break' en el siguiente. Incluso, con 3-1 abajo, ganó fácil su juego... pero ahí se acabó.
Nadal no quería forzar más de la cuenta. Ya dijo Moyá que había trabajado para acortar el tiempo en pista y ante Kubler lo puso en práctica. Rompió de nuevo en el séptimo juego y cerró, a la segunda oportunidad, con su saque.
Ahora se cruzará con Jordan Thompson por tercera vez en su carrera. Las dos primeras se las adjudicó Nadal en los octavos del Masters 1000 de París Bercy (6-1 y 7-6) de 2020 y, en mayo de 2022, en primera ronda de Roland Garros (6-2, 6-2 y 6-2).