Día negro para el tenis español. La que se suponía que debía ser una fiesta en su Copa Davis en Málaga, donde se iba a despedir a Rafa Nadal con honores, ha acabado siendo una pesadilla tras la derrota de Carlos Alcaraz y Marcel Granollers en el dobles, que ha sido solo un golpe más de una tarde en la que no ha salido nada bien. Comenzó cayendo el propio Rafa en un partido durísimo ante Botic Van de Zandschulp, pero ese fue solo el principio de una agonía que acabó con la derrota de la pareja de dobles en un igualado partido.
Carlos Alcaraz destrozó a Tallon Griekspoor, pero ese fue el único buen momento de la tarde, ya que en el duelo definitivo se vio desde un principio que iba a haber que remar, y se hizo, contra todo y contra todos. Carlitos seguía con el fuelle del duelo previo y era un absoluto cañón, pero Marcel Granollers, un seguro en esta disciplina, no terminó de arrancar en ningún momento. Aunque eso sí, los dos neerlandeses, Botic Van de Zandschulp y Wesley Koolhof, que no sabían lo que era perder un saque, de hecho, los que sufrían más eran los españoles, especialmente cuando era el catalán el que servía.
El primer set fue una constante de puntazos por ambos lados, pero no terminaban de llegar las oportunidades, de hecho, apenas hubo puntos de rotura y así se llegó al desempate, donde solo hubo una dupla. Los saques de los centroeuropeos no fallaron en el momento clave y así se llevaron un set que les ponía en gran disposición para conseguir el pase a semifinales y soñar con llegar muy lejos. Y dar un 'sorpresón' descomunal, de los más inesperados de esta Copa Davis.
El camino para Alcaraz y Granollers solo era uno y hacía falta la épica, pero no pudo ser. Y eso que pusieron distancia con un break a mitad del parcial que hacía soñar con la remontada, pero solo fue un espejismo, porque cuando estaban cerca de conseguirlo, momento en el que marcaba el octavo juego y podían poner el 5 a 3, pero no se pudo. Una rotura fue el principio del fin, porque se llegó a otro tiebreak en el no se pudo. Marcel Granollers se fue del partido y a partir de ahí los rivales lo vieron y le hincaron el diente para dar por cerrada una de las derrotas más dolorosas de la historia del tenis español por lo que significa.