Paula Badosa no ha tardado ni un día desde el final del Open de Australia para volver a competir. El hecho de que estuviera casi seis meses apartada de las pistas y que su ránking bajara hasta situarse en torno al Top-100 le ha hecho optar por cargar algo más su calendario y comenzar por torneos considerados como 'menores' para seguir adquiriendo ritmo.
Comenzó la temporada en Adelaida, donde perdió en primera ronda ante Pera, y en Melbourne alcanzó una tercera ronda que, tal vez, ni ella misma se esperaba. De hecho, el gran rendimiento que dio ante Pavlyuchenkova (6-2 y 6-3) en segunda ronda sorprendió. Ante Anisimova, en la siguiente fase, cayó, pero siguió mostrando su progresión. "Quizás con un plus de físico me hubiera ayudado. Me ha costado un poco más de la cuenta, pero creo que ella ha jugado perfecto", señalaba la catalana, a la que la dura lesión de espalda que sufrió le hizo estar muchos meses sin ni siquiera entrenarse.
En previsión de no llegar muy lejos en el Open de Australia, decidió inscribirse en el torneo de tenis de Hua Hin (Tailandia), un WTA250 donde puede encontrar jugadoras de su actual ránking -83 del mundo- y seguir cogiendo ese "plus de físico" y el ritmo que le hace falta.
El arranque era asequible, ya que esperaba la joven tailandesa Laniana Tararudee, 298 del ránkig WTA, invitada para la ocasión. Pero lo que se preveía como un plácido duelo con el que seguir sumando minutos en pista casi se convierte en un suplicio. Ganó Badosa, pero después de tener que remontar un set en contra que le hizo tener muchas dudas y de otorgar hasta 17 bolas de 'break' a su contrincante.
El encuentro dejó claro que, además de frescura física, a Paula Badosa le falta consistencia en su juego. La española se vio desbordada desde el inicio por una Tararudee que se puso rápidamente 3-0 arriba en el primer descanso. Y, aunque Badosa recuperó el 'break', lo volvió a ceder a continuación y una vez más para perder la primera manga por 6-3.
La catalana replicó con un rápido 'break' en el arranque del segund set, pero pronto volvió a las andadas, la tailandesa igualó y, con apuros, Badosa tuvo que resolver en el décimo juego, en el que rompió el saque de su rival para forzar la tercera manga (6-4). En ella, con Tararudee más cansada, Badosa ya sí impuso su mayor nivel y no tuvo problemas para apuntársela por un contundente 6-1.
Ahí sí se vio la jugadora dominante que espera subir en el ranking. Pero, antes de eso, cedió esas 17 bolas de ruptura -aunque salvó 14 de ellas- y cometió hasta 11 dobles faltas.
En octavos de final, Paula Badosa se cruzará con otra jugadora con peor ránking que ella, la rusa Diana Schaider (108 WTA), pero que llega de derrotar a la número uno del torneo, la polaca Magda Linette, a la que venció por 6-4, 1-6 y 6-1. Un aviso de que no puede confiarse.