Novak Djokovic resolvía con cierta comodidad su debut en el US Open 2024 con un triunfo cómodo ante el moldavo Radu Albot por 6-2, 6-2 y 6-4. El duelo duró dos horas y siete minutos, en los que el número dos del mundo se mostró bastante regular y pudo finiquitar pronto este compromiso. Sin embargo, la tardanza de duelo que abría la sesión nocturna a las 19:00 horas -una de la madrugada en España- entre Clara Burel y Sloane Stephens hizo que su partido comenzara casi a las diez de la noche y que acabara, y eso que fue rápido, casi en la medianoche.
Hasta cierto punto esto puede ser habitual, especialmente a partir de rondas más avanzadas, cuando los partidos son más igualados, ya que la sesión nocturna empieza a las siete de la tarde en Nueva York y siempre incluye un partido masculino, que se juega al mejor de cinco sets. Y el afectado siempre es el segundo encuentro, que pocas veces comienza a las 21:00 horas a las que está programado en un principio.
Ante esto, Djokovic ha alzado la voz y pide al torneo que tenga en consideración su categoría y su edad. "Ser veterano ya no me ayuda nada a jugar hasta tan tarde porque siento que ahora mismo tengo poca energía. Es como si mi batería se acabara. Pensé que saldría a cancha sobre las 20:30 horas y, de repente, el partido anterior- duró dos horas y media. Esas cosas pasan cuando te asignan el segundo turno de la sesión nocturna. Hay que aceptarlo. Me encantan las sesiones nocturnas aquí, pero en el primer turno. Espero ser programado en esa franja en próximos partidos para poder acabar a una hora decente", señaló un Novak Djokovic que sí ha visto cómo a Carlos Alcaraz le han puesto en esa primera franja nocturna su encuentro contra Li Tu.
Aparte de la queja pública, Djokovic estaba contento con el nivel de juego que había exhibido. Sobre todo, teniendo en cuenta que llegaba directamente de jugar en tierra batida, en los Juegos Olímpicos de París 2024. "Ha sido un buen comienzo. Me costó algo sacar y encontrar el ritmo de bola adecuado, pero desde el fondo estuve bien", afirmaba el serbio, que recordaba este cambio de superficie: "Nunca es fácil arrancar un Grand Slam, y más aún cuando no se ha disputado ningún partido previamente en esta superficie. Espero ir mejorando cada día. Lo bueno de estos eventos es que puedes entrenar en el día de descanso e ir puliendo cosas, algo que necesito ahora mismo. Voy a seguir esforzándome por mejorar", añade.
El tenista balcánico tendrá, teóricamente, que elevar su nivel para ganarle en la siguiente cita a un rival al que conoce muy bien, su compatriota Laslo Djere. "Hemos coincidido en el vestuario y nos felicitamos mutuamente. Es una gran victoria para él -a cinco sets ante Struff- porque viene de pasar por el quirófano hace poco. Le gustan las condiciones en las que se juega aquí, ya que al ser algo más rápidas, favorecen su tenis. Recuerdo muy bien nuestro partido del pasado año y voy a analizarlo para hacer las cosas mejor", avisa un Djokovic que tuvo que jugar cinco sets para vencerle hace un año.