El adiós de Novak Djokovic está cerca, pero a la vez muy lejos. Porque a juzgar por los movimientos del serbio, éste parece decidido a despedirse paulatinamente del circuito ATP. Su ilusión ya no es la misma y su físico, a sus 37 años, tampoco.
El balcánico sabe que le queda poca batería ya en sus piernas para aguantar el ritmo de los primeros espadas pero a la vez quiere seguir plantándoles cara y despedirse dentro del top-10. Y para ello sabe que tendrá que elaborar una estrategia muy fina para llegar en plenas facultades a los Grand Slams.
El próximo será Roland Garros, a finales de mayo, donde ya tendrá 38 primaveras a su espalda. Su retirada por lesión en las semifinales del Open de Australia 2025 ante Alexander Zverev parece ser la gota que ha colmado el vaso de su intención de continuar el ritmo de los Sinner, Alcaraz y compañía.
Y aunque siempre se recupera antes de los previsto, como demostró en el ATP de Doha, sus rivales comienzan a superarles por cuestiones físicas, como su último verdugo, Matteo Berrettini: "Jugué sin ningún dolor, así que no tengo ningún tipo de excusa. Matteo ha sido mejor que yo". Y es que Djokovic no quiere que sean derrotas como estas en primera ronda las que terminen con su carrera, por eso ha decidido tomárselo con filosofía y compaginar su vida familiar con el tenis, algo que ya empezó a hacer el año pasado y que le permitió conquistar el oro olímpico en París 2024, el broche que más necesitaba en su carrera.
"En esta etapa de mi carrera, busco un equilibrio entre mi vida privada y mi calendario profesional", escribía el balcánico el año pasado por estas fechas. Y, ahora, son muchos los que dudan de su presencia en dos torneos clásicos como son el de Miami y el de Indian Wells. Sobre todo, porque la cojera con la que partió de Doha hizo saltar las alarmas de nuevo. Lo que sí parece seguro es que quiere seguir hasta alcanzar, al menos, su título número 100, algo que se le viene resistiendo ya durante más de un año.
Alcanzado ya el oro olímpico, el único aliciente que le queda para seguir compitiendo es alcanzar a Roger Federer, quien posee 103 títulos en sus vitrinas y, posteriormente, a Jimmy Connors, si bien las 109 coronas que tiene este parecen ya inalcanzables viendo el estado de 'Nole'.