Carlos Alcaraz tiene ante sí la oportunidad de demostrar que su bajón de resultados es sólo mera cuestión de concentración y no de físico. Porque, de no cumplir con su rol en la Copa Davis que comienza esta semana en Valencia, muchos comenzarían a hablar de que el murciano tiene un gran problema con su calendario.
Y es que comparando sus datos de la presente temporada con los de años anteriores, se hace palpable que al tenista español se le hace largo el año competitivo. Tras el Abierto de Estados Unidos, su bagaje en los últimos años es de 18 victorias y 12 derrotas en partidos de competición, un 66,6% de triunfos, promedio alejado del 78,6% que acredita en el circuito (194-52).
A sus 21 años, ahora ocupa el puesto número 3 del ranking ATP, por detrás del italiano Jannik Sinner y el alemán Alexander Zverev, lleva varios días en la capital del Turia, donde tendrá lugar el torneo en el que España debutará este miércoles y competirá hasta el domingo con Australia, finalista el pasado año, Francia y República Checa como rivales en el grupo B.
Alcaraz ha confesado que se encuentra muy motivado para conquistar esta competición, sobre todo, tras caer de forma inesperada en la segunda ronda del US Open, donde perdió por 1-6, 5-7 y 4-6 frente al neerlandés Botic van de Zandschulp.
Ahora, el de El Palmar confía en elevar el nivel que venía mostrando durante semanas y romper con una dinámica no tan positiva para él en los meses finales del año, justo después de jugar en Nueva York.
Sin ir más lejos, en 2023 el de El Palmar ganó siete de sus 12 últimos partidos de la temporada (3-1 en el ATP 500 de Pekín, 2-1 en el Masters 1.000 de Shanghai, 0-1 en el Masters 1.000 de París-Bercy y 2-2 en las Nitto ATP Finals); en 2022 seis de diez (1-1 en la Copa Davis, 0-1 en el ATP 500 de Astaná, 3-1 en el ATP 500 de Basilea y 2-1 en París-Bercy -una lesión le impidió disputar las Nitto ATP Finals para las que estaba clasificado como número 1 del mundo-); y en 2021 su bagaje tras jugar en Flushing Meadows fue de cinco triunfos y tres derrotas (0-1 en el Masters 1.000, 3-1 en el ATP 500 de Viena y 2-1 en París-Bercy).
Y para romper con esa tendencia no le queda otra que asumir el papel de favorito en los encuentros en los que participe en la Copa Davis. Posteriormente, participará en la Copa Laver, que disputará como integrante del equipo de Europa frente al del resto del mundo. Y, por último, está previsto que participe en los últimos torneos del circuito ATP de 2024 en los que tomará parte (Pekín, Shanghai, París-Bercy y la Copa de Maestros).