Una semifinal para los anales de Roland Garros firmada por los dos jóvenes llamados a dominar el tenis mundial del futuro: Carlos Alcaraz (21 años) y Jannik Sinner (22). Y ninguno de los dos defraudó.
Comenzó el italiano imponiéndose en la Philippe Chatrier ante un tenista español desconocido con su derecha y que llegó a ir perdiendo 0-4 en la primera manga. Se repuso como pudo el de El Palmar y la maquilló con un 2-6.
Y como si el partido comenzara de nuevo, así empezó Alcaraz el segundo set. Hizo borrón y cuenta nueva y se lo adjudicó con un 6-3 en el que volvió a recuperar sus mejores sensaciones. Ahora, las derechas ya sí le entraban donde quería y puso las tablas en el marcador de nuevo.
Pero cuando mejor pintaban las cosas para el murciano, renació Sinner con sus golpes ganadores y se llevó la tercera manga por idéntico marcador (3-6). Y en el descanso, con el cuarto set, comenzaron a intervenir los médicos. Primero con Sinner, que cojeaba un poco, luego con Alcaraz. Y para colmo, hasta tuvieron que atender a un aficionado que se encontraba indispuesto en la grada y que, afortunadamente, pudo abandonar la pista por su propio pie.
Aguantó un cuarto set muy igualado como pudo Alcaraz, hasta llevárselo cuando un tie-break ya se hacía inevitable en el mejor de los casos para el español. Finalmente, le rompió el último servicio cuando perdía 30-15 y puso el 6-4 en el marcador y el 2-2 en el global.
Y para el quinto y último set, Carlos dejó lo mejor. Una auténtica masterclass de dejadas y globos para romperle el servicio al italiano a las primeras de cambio y mostrarse muy seguro en sus servicios. Así hasta llegar al 5-3. Y en su último servicio, dio otro recital con sus saques abiertos y tumbó al gigante italiano para poner en pie a toda España y todo París.
Carlos Alcaraz lo ha vuelto a hacer, ya está en la final de otro Grand Slam, batiendo el récord de André Agassi, que era hasta ahora el más joven en disputar una en hierba y otra en tierra batida. Ahora, en el ocaso de Rafa Nadal, el tenis español ya tiene a su sustituto en Roland Garros. Un nuevo héroe, procedente de El Palmar, que resistió a calambres, que empezó el torneo con mucho miedo y que ahora el miedo ya se lo ha metido a su próximo rival, el que saldrá de la otra semifinal, Casper Ruud-Zverev.