En plena cresta de la ola, otros optarían por comerse todo el pastel, pero Juan Carlos Ferrero ha decidido repartirlo para no atragantarse y seguir saboreándolo en su justa medida. El valenciano ha reconocido que necesitaba ayuda para seguir guiando a Carlos Alcaraz, por tiempo y por métodos. Y por eso, ha usado el comodín de la llamada. Un número de teléfono que sabía que escondía un "sí, estoy deseando" en cuanto se descolgara: Samuel López.
Y tras las primeras semanas trabajando como integrante oficial del cuerpo técnico de Carlitos, el de Villena ha contado en Puntodebreak cómo está viviendo este gran cambio en su vida, a los 54 años. Separarse de Pablo Carreño después de tantos años y llevarle a ser top10, ha sido lo más difícil para él: "La semana previa a comunicarle la decisión fue realmente dura… tan dura como las dos semanas siguientes. Me sentía raro, han sido muchos años, muchos sentimientos, los dos guardamos muchos recuerdos juntos. Una vez empecé a trabajar con Juan Carlos (Ferrero) y Carlos (Alcaraz) fui enfocando más mis objetivos, centrándome en el día a día, ahora ya estoy más metido en el papel".
Pese a la dureza de la decisión, no le quedó más remedio que tomarla, era la oferta de su vida: "Me hace cambiar de proyecto una conversación con Juan Carlos, su idea desde hace dos años era que yo entrara en algún momento al equipo, esto lo sabía incluso Pablo. Esa idea estaba aparcada mientras yo estuviera con Pablo, pero sabía que en cualquier momento Juan Carlos me iba a pedir unirme a ellos. Yo tenía todo montado para seguir un año más con Pablo, pero en el último momento cambiaron los planes...".
Sólo hubo un momento de dudas, pero duró poco: "En la segunda semana de pretemporada con Pablo, ya habíamos empezado, pero ese mismo lunes Juan Carlos me comunica que ha llegado el momento, que necesitan incorporar a alguien más al equipo. Yo no me lo esperaba, la verdad. En ese momento sí dudé, necesitaba pensarlo, aunque sabía que en esta apuesta deportiva iba mi futuro, significaba subir un escalón más en mi carrera como entrenador. No podía dejar escapar esta oportunidad porque, si no entraba yo, entraría otra persona".
Al menos, tuvo la respuesta deseada por Pablo Carreño: "Algo así no se lo podía decir por teléfono. Si de esto me entero un martes, el jueves subo a Barcelona y allí es donde hablamos. Lo primero que encaramos fue esta conversación, fue muy difícil decírselo, casi no podía ni terminar las frases de la emoción. Solo puedo agradecerle la manera en que reaccionó, porque él tampoco se lo esperaba. Se quedó un poco parado, pero lo entendió. Pablo me dijo que estuviera tranquilo, que en mi situación habría hecho lo mismo".
Por último y sobre la decisión de Ferrero, Samuel López habla desde la experiencia: "Han ido sumando años, sumando viajes, tensiones… muchas responsabilidades recaen en el entrenador, así que tener el apoyo de una segunda voz es importante. Es una figura que puede darte frescura, sobre todo ahora que Carlos empieza a ser más maduro y tomar algunas decisiones. Se requiere de un trabajo mental absoluto donde todos tenemos que estar frescos. Si Juan Carlos ha tomado esta decisión es por el bien de Carlos, porque piensa que le puede hacer mucho bien.