Carlos Alcaraz fue el invitado de honor este pasado lunes en el programa de El Hormiguero, presentado por Pablo Motos. El tenista español, número 1 del tenis mundial tras su reciente victoria en el US Open, su primer Grand Slam, no dudó en demostrar también que se siente cómodo ante las cámaras.
El murciano es el jugador más joven en la historia en liderar el ranking ATP y el segundo más joven en ganar el US Open, de ahí que Pablo Motos le preguntara por ciertas peculiaridades como el jugar con el sol de cara. “Nosotros nos adaptamos bastante bien, pero es verdad que es mejor jugar con sombra. Muchas veces se pierde la bola con el sol y cuesta verla y, obviamente, cuando la velocidad de la bola es alta, cuesta muchísimo más", admitió Carlos Alcaraz, quien siguió argumentando: "En el saque hay muchas veces que cuando tiras la bola y vas a pegarla solo hay sol, no hay bola. Te tienes que adaptar de la mejor manera posible”.
Cuestioando sobre su número 1, dijo: "Sinceramente aún no, todavía no me he parado a pensar que soy el número 1, que he ganado el US Open... No he tenido tiempo de asimilar todo lo que he conseguido pero seguro que me va a costar unos días o unas semanas asimilarlo”. Y en la misma línea, Alcaraz reconoció que no tiene miedo a ceder esa distinción en algún momento: “No, la verdad es que no. Es muy difícil llegar, pero es muchísimo más difícil mantenerse y hay muchísimos jugadores que están peleando por lo mismo que yo, así que lucharé para que no me lo quiten y si me lo quitan, lucharé para volver a serlo”.
Humilde, el murciano no se siente presionado por las expectativas que se hayan podido generar sobre su figura: "La verdad es que no. Yo lo llevo bastante bien, no presto atención a las expectativas o a si la gente me va a reconocer más o menos... Siempre he dicho que voy a seguir siendo el mismo chico de siempre, con los míos, con mi gente, y voy a seguir disfrutando de lo que hago”.
Por último, Alcaraz se refirió a los puntos imposibles, esos que tanto le gusta ganar: "No, obviamente te da mucho más gusto cuando ganas con una bola imposible como el golpe por detrás de la espalda. "Depende de la bola. Hay bolas en las que estoy seguro de que va a entrar conforme he pegado a la bola y digo 'va dentro seguro' y hay otras en las que digo 'que entre por favor, que entre por lo que más quiera'".