Partido catedralicio en la catedral del tenis. Carlos Alcaraz ha hecho honor a su reinado en Wimbledon para conseguir un triunfo redentor en una situación que no era para nada fácil; el murciano tuvo que 'sudar tinta' para vencer a Frances Tiafoe en tercera ronda, contra quien tuvo que remontar en dos ocasiones después de mostrar una imagen cuanto menos irregular que arregló al final. Y en octavos el final subía aún más con un jugador que tiene en la hierba su mejor superficie, el francés Ugo Humbert, 16º favorito, y ahí Alcaraz ha demostrado que es el campeón y que quiere estar jugando dentro de una semana en busca de repetir título.
Derechazos, una seguridad tremenda al saque, voleas, defensa, y en general un arsenal de recursos como el que prácticamente nadie había mostrado hasta ahora en el All England Tennis Club, y mucho menos él, pero que hoy ha aparecido para cerrar el duelo por 6-3, 6-4, 1-6 y 7-5. Las voces discordantes que decían que le iba a volver a pasar lo que le sucedió después de ganar sus dos anteriores grandes, a los que siguió un bajón de forma, pero nada más lejos de la realidad, aunque sí que lo pasó mal por tramos. Desde el primer punto se le ha visto muy suelto en la pista, con la derecha corriéndole mucho y sacando genial.
Eso sí, el punto de inflexión ha sido el quinto juego, cuando ha roto muy fácil el servicio rival, y ha sacado la apisonadora. Ganando fácil sirviendo y dejándose ir al resto, hasta el noveno, cuando otro break le ha dado el set. En el segundo parcial el francés ha subido el nivel, pero él no lo ha bajado, sin ningún despiste y manteniendo el ritmo crucero. No concedió opciones al saque, y al resto su rival se veía apurado para mantenerse, hasta el punto caliente, en el décimo juego. Ahí Alcaraz a la primera bola de set ha puesto la directa al partido.
Nunca ha destacado el de El Palmar por su consistencia, y es raro el partido que no tiene algún tramo en el que se va un rato y a veces le cuesta algún set, y hoy no ha sido diferente. Con dos sets ganados y un juego tan bueno que le había obligado a estar muy concentrado, se ha dejado ir. No había concedido apenas bolas de rotura y de repente ha cedido tres saques a un Humbert que estaba cada vez mejor, tanto que el set ha sido suyo por 1 a 6.
La más de media hora que se había tomado 'de descanso' parecía que no le había hecho daño a un Carlitos que arrancó como un tiro y en el tercer juego consiguió una rotura que parecía definitiva, pero en lugar de eso fue lo contrario; no confirmó el break y se fue del partido. De repente se vio con 4 a 3 abajo y tres bolas de Humbert para romper, pero le dio la vuelta, y ahí estuvo el partido, porque en el undécimo juego rompió él y con el saque no falló para cerrar. Un partido mucho más sufrido de lo esperado, pero que conquistó y ya está en cuartos.