Carlos Alcaraz se quedaba con la miel en los labios en el Open de Australia tras caer en cuartos de final ante el alemán Alxander Zverev. Pese a ello, el triunfo de Jannik Sinner hizo que mantuviera el segundo puesto del ránking mundial y que, incluso, le recortara casi 2.000 puntos a Novak Djokovic, del que ahora le separan 600 puntos en la clasificación que, todos los lunes, actualiza la ATP.
En el caso de que hubiera sido Daniil Medvedev el que hubiera ganado en Melbourne, Alcaraz habría pasado a ser tercero, por lo que el triunfo del italiano no le quita su posición, pero sí iguala la lucha entre los cuatro primeros, que ahora mismo están separados por 1.500 puntos.
Carlos Alcaraz, que no defendía nada al no haber jugado el Open de Australia en 2023, sólo podía sumar en esta ocasión, pero todo es muy diferente a partir de ahora. Como el año pasado, el tenista murciano reaparecerá dentro de dos semanas, en Buenos Aires, donde está inscrito y donde ya empieza a defender 250 puntos. Es el lugar donde menos puntos ganó el pasado año tras el Master 1.000 de Roma, donde cayó en primera ronda ante el húngaro Maroszan.
Sin embargo, aparte de eso, el español debe defender de aquí a julio 6.675 de los 9.255 puntos que ahora tiene. Los 2.000 como campeón de Wimbledon, los 1.000 como vencedor de Indian Wells y Madrid, los 72 de las semifinales de Roland Garros, los 500 de los títulos de Queen's o el Conde de Godó, las semifinales de Miami, la final de Río de Janeiro, etc.
El tenista murciano tendrá poco margen de mejora y sí mucha presión si quiere luchar por defender su posición o por recuperar el número uno ante un Novak Djokovic que está enrabietado después de que, por primera vez en mucho tiempo, haya empezado la temporada con derrota en Australia.
Carlos Alcaraz, de momento, no se ha tomado a mal su salida del Open de Australia. La ha asumido como una enseñanza de cara al futuro y, no sólo eso, sino que ha felicitado efusivamente al campeón, un Sinner con el que guarda una gran relación.
Ahora debe cambiar de chip para afrontar la tierra batida que le espera en Suramérica antes del paréntesis en pista dura que tiene en Estados Unidos, con los Master 1.000 de marzo en Indian Wells y Miami. Ahí tal vez podría estar ya Juan Carlos Ferrero. Toda la ayuda que le sea necesaria le vendrá muy bien para seguir en la cima del tenis mundial.