El gran dominador del tenis mundial el último lustro, y quizá algún año más, ha sido sin duda Novak Djokovic, que se ha convertido en el mejor de la historia gracias a este tiempo en el que aprovechó el declive de Nadal y Federer, a la vez que la ausencia de rivales de entidad, para llegar hasta los 24 Grand Slams que posee ahora mismo. Sin embargo, esta de 2024 ha sido la primera temporada en la que ha sufrido, debido a que Jannik Sinner y Carlos Alcaraz han alcanzado su punto álgido, lo que ha coincidido con su inicio de bajón. De hecho, apenas ha ganado un título, los Juegos Olímpicos, pero en el circuito no ha sido protagonista, salvo algunas finales.
Por eso mismo, su presencia en las ATP Finals era una incógnita, de hecho, tras ausentarse del último Masters 1000 de la campaña, el de París-Bercy, parecía claro que no iba a poder estar. Sin embargo, se están dando los resultados para que la escasa renta que tenía por sobre sus perseguidores le sirva y pueda optar a defender su título en Turín. Aún no está claro, pero sus opciones son muy altas, más aún tras la sorprendente derrota de Andrey Rublev.
El argentino Fran Cerúndolo ha sido el encargado de darle el duro golpe al ruso, séptimo cabeza de serie, que ve comprometida sus opciones de clasificación para el evento turinés. Tras dos horas y 18 minutos, el argentino, actual 29 del mundo, se llevó un partido de alto voltaje que acabó en dos desempates, 7-6 y 7-6, para firmar su tercer triunfo de la temporada ante un top-10. Ahora en tercera ronda se medirá al vencedor del duelo entre el griego Stefanos Tsitsipas, décimo favorito, y el chileno Alejandro Tabilo.
De cara a lo que viene en las Finals, Alcaraz, Sinner, Zverev, Medvedev y Fritz ya están clasificados, mientras que Ruud aparece sexto y 7º es Nole. Al serbio le podía superar muy cómodo Rublev, pero con esta derrota no será capaz. No obstante, si Álex De Miñaur se planta en cuartos se podría colar, y está la opción de Dimitrov, que puede también colarse. No obstante, ahora mismo todo lo que no sea ver al de Belgrado del 10 al 17 de noviembre en la ciudad transalpina será una sorpresa. Aunque hay que reconocer que la gran duda es si va a querer jugar o no, ya que ha dado pistas incongruentes que no permiten descartar su ausencia.