Alcaraz y Medvedev se citaban en la segunda semifinal del US Open en busca de una final en la que ya esperaba Djokovic tras un cómodo partido ante Ben Shelton. El número 1 del Ranking ATP y el número 3 daban prácticamente por garantizado el espectáculo en un choque que podría ser una final anticipada. Cabe recordar que ambos se han enfrentado a Djokovic en Wimbledon este año (Alcaraz) y en el propio US Open hace dos años (Medvedev). Por lo tanto, pasase quien pasase, el US Open tendría una final de altos vuelos.
Durante la primera manga se vio a un Alcaraz muy fiable mientras que Medvedev, a pesar de mantener todos sus servicios, llegó a cometer hasta 5 dobles faltas. El murciano llevó el primer set al tie break pero ahí fue cuando el ruso sorprendió a todos con un fogonazo de intensidad para dar el primer golpe en la pista central del US Open tras 57 minutos.
Este arreón de calidad y confianza del número 3 del mundo no se quedó en el primer set y el ruso, que empezó sacando en la segunda manga, se llevó el primer juego en blanco y encarriló 9 puntos consecutivos. Fue quizás, el peor momento de Alcaraz, que se desactivó. Este estado de letargo del español, ayudado por un Medvedev que parecía llegar a todas las bolas y las devolvía pegadas a las líneas, le duró a Alcaraz hasta el final de la segunda manga. El murciano perdió de forma estrepitosa por 1-6 en apenas 38 minutos.
Tras perder la segunda manga, Carlos Alcaraz se marchó al vestuario para cambiarse de ropa y volver con ropa seca. El murciano regresó y era otro, su tenis se veía diferente desde el primer punto e incluso su lenguaje no verbal transmitía otras cosas. No fue un espejismo lo visto en ese primer juego y en el cuarto, Alcaraz le rompió el servicio a Medvedev y consiguió recortar distancias haciéndose con el tercero tras 47 minutos po3 6-3.
La cuarta manga tenía tintes dramáticos con un Alcaraz que parecía haber recuperado la confianza pero sin dejar atrás a un Medvedev que estaba ofreciendo uno de sus mejores partidos del US Open. El sexto juego, con Alcaraz sirviendo fue el clave, tras más de 10 iguales y tan solo 2 puntos de break para el ruso, el número 3 del mundo se llevó un juego que podría ser definitivo. Medvedev mantuvo su servicio, Alcaraz se defendió en el suyo y en el último del encuentro, el español salvó hasta 3 bolas de partido, a la cuarta, Medvedev se llevó el gato al agua tras más de 3 horas de partido. Si el ruso juega a este nivel el domingo, Djokovic tendrá un rival muy duro en su lucha por sumar un nuevo US Open.