Antonio José Medina5 min lecturaCarlos Alcaraz daba una nueva lección de madurez en su duelo de octavos de final del Open de Australia y no hacía concesiones ante un Miomir Kezmanovic que trató por todos los medios de entrar en el partido, pero se encontró con que no le daban esa posibilidad.
Alcaraz estuvo muy intenso y agresivo desde el primer punto, que ya resolvió a favor pese a estar al resto, y, con su saque, no concedió ni una bola de 'break' en la casi hora y 45 minutos que duró el choque.
"Me siento con mucha confianza y mi nivel de tenis está ahí. En los cuartos hay jugadores muy, muy buenos. Y, por la otra parte del cuadro están Djokovic y Sinner, que están a un nivel espectacular", afirmaba posteriormente el español ahora que lo sitúan entre los principales candidatos al título.
Pero primero debe superar a un Alexander Zverev, que es un hueso duro y que le ganó en Turín hace tan solo dos meses. "Estamos en una buena posición ahora mismo. Estamos en un nivel alto de confianza a nivel tenístico, pero, sinceramente, siempre hay detalles que se pueden mejorar. Como por ejemplo, el saque. Puedo mejorar a nivel de direcciones y de porcentaje, de velocidad... Por todo lo demás, creo que he hecho un partido impecable", reconocía el murciano.
Sobre Zverev, espera que los dos partidos a cinco sets y el duro enfrentamiento que ha vivido hoy ante Norrie le pasen factura. "Obvio que en un Grand Slam, cuántas menos horas pases en pista, mejor. Él ha tenido dos partidos a cinco sets y con 7-6 en el último... En el US Open le pasó lo mismo, venía con muchas horas a la espalda y le pasó factura. Aquí no sé lo qué pasará. Yo no llevo muchas horas en pista y puede ser una ventaja", reconocía.
"Me encanta jugar contra él. Siempre son grandes batallas y me empuja a jugar mi 100% todo el tiempo. Tengo que mejorar mi nivel respecto a la última vez que jugamos, cuando me ganó. Espero tomarme venganza respecto a esa última derrota", añade el español.
Mirando más allá, a Djokovic y al título, Alcaraz espera poder callar la boca del mítico Rod Laver, que dijo que ya podían ir inscribiendo el nombre del serbio en esta edición del trofeo. "Voy a intentar que eso no ocurra. Aquí, él (Novak Djokovic) ha ganado muchas veces y está a un nivel pletórico. Nos toca trabajar y dar nuestro pasito para estar en semifinales. Ojalá que podamos llevarnos el título", afirmó antes de reconocer que puede ser lógico que opine así. "No me extraña que diga eso por las veces que ha ganado. Veremos", añadía.
Por último, también fue preguntado por cómo creen que se sienten sus rivales cuando Carlos Alcaraz juega al nivel que lo ha hecho en este partido ante Kecmanovic. Y ahí, el murciano tiene claro la palabra que lo define, impotencia, sobre todo porque él mismo la ha sentido en alguna ocasión. "Yo creo que pueden sentir o pueden llegar a sentir impotencia de estar jugando bien y no tener el resultado que quieren. Es algo que nosotros intentamos para que ellos, en algún punto del partido, puedan llegar a bajar los brazos y bajar la intensidad. Les intentamos meter ese miedo tanto al rival de enfrente como a los que estén mirando el partido fuera. Yo también he sentido esa impotencia con Novak Djokovic en Turín. No sentí que jugara un mal partido, pero no hubo hueco. También lo sentí con algún rival más que hay por ahí. Sé lo que se siente", reconoce.