Es contradictorio, sí, pero el
Sevilla FC está pagando en las últimas semanas el impecable trabajo realizado por la entidad en las dos últimas décadas. Tal cual y como suena. El pasado viernes, con su decepcionante empate contra el Cádiz CF (1-1) y la derrota del Villarreal el sábado en Vitoria (2-1), el equipo de Julen Lopetegui
sumó el punto que necesitaba para certificar de manera matemática su participación en competiciones europeas en la venidera temporada 2022/2023. No hace tanto tiempo, un logro así era celebrado por todo lo grande y muchos aficionados llenaban la
Puerta de Jerez para expresar su algarabía.
El viernes, el equipo se marchó del campo cabizbajo y entre pitos de su afición.
Los silbidos y el descontento generalizado en los 37.113 aficionados que, según los datos del club, se dieron cita en el Ramón Sánchez-Pizjuán
no eran gratuitos. Su equipo se había adelantado pronto en el marcador y debía imponer su teórica superioridad sobre un necesitado Cádiz CF, que reaccionó al gol subiendo su línea de presión, elevando la intensidad y pisando área local con frecuencia hasta que
Lucas Pérez hizo justicia con el golazo del empate. En plena lucha por la Champions, la pobre imagen ofrecida era merecedora de enfado. Eso nadie lo discute.
Se trata de poner en valor que este equipo, pese a haberse desinflado por completo en los últimos meses y a que LaLiga se le está haciendo larguísima,
acaba de conseguir algo que en las cinco grandes ligas de Europa sólo han logrado Real Madrid, FC Barcelona y el Bayern de Múnich: el Sevilla FC se ha metido en competiciones continentales en
18 de las 19 últimas campañas.
Hasta 2004 sólo se había clasificado ocho veces y en estos 19 años ha aumentado la cuenta hasta las 26. Desde la 2004/2005, la última de Joaquín Caparrós antes de la explosión ganadora con Juande Ramos, el club de Nervión
sólo faltó a su cita europea en la 12/13 y cuando volvió lo hizo para ganar tres títulos seguidos de la mano de Unai Emery.
Julen Lopetegui, que ganó la
sexta Europa League en 2020, tiene ante sí la
oportunidad de meterse tres años consecutivos en la Champions por primera vez en la historia de la entidad y estos 64 puntos -a pesar de la mala dinámica actual- ya le asegura tener a sus tres proyectos en la clasificación de las 10 mejores puntuaciones del Sevilla FC en Primera división.
¿Y por qué no se celebra todo esto? Pues simplemente por el efecto de haberse instalado en la elite del fútbol. Ya nadie hace cuentas para clasificarse para la Europa League como
tampoco se hacen para calcular cuando se ha librado del descenso de manera matemática, que también hubo una época no tan lejana en la que se hacía. El listón está en la Champions. Y menos de eso sabe a poco, sobre todo cuando desde el propio club se vende que el crecimiento del Sevilla FC pasa por
instalar el "campamento base" en la Liga de Campeones.
A eso hay que añadir que el equipo de Lopetegui fue
apeado en la Fase de Grupos de la Champions 21/22 con rivales asequibles en teoría como son
Lille, Wolfsburgo y RB Salzburgo, en diciembre; en enero se quedó fuera de la Copa del Rey a manos del eterno rival, que acabó ganando el título; y en marzo
se despidió de la Europa League en octavos de final tras ser remontado en Londres por el West Ham.
Sólo quedaba pelear por un subcampeonato o, como poco, el podio de LaLiga; pero está costando más de lo previsto tras llegar a encadenar nueve salidas seguidas sin ganar y, cuando por fin rompe esa mala racha, deja escapar cuatro de los últimos seis puntos en casa.
El equipo da muestras de agotamiento físico y sobre todo mental. Y por ahí vienen los pitos y los murmullos.
Pese a todo,
los resultados en esta jornada 34 han ido paliando los efectos del pinchazo contra el Cádiz con las derrotas de Villarreal, Atlético y el empate de la Real Sociedad, pero todo está muy apretado y la afición del Sevilla no está ahora mismo para celebrar ese espectacular 18 de 19. No quiere oír hablar de Europa. Quieren la Champions y exigen ese "campamento base" prometido.
Toca pagar el peaje de ser un grande de Europa. ¿Acaso hay que no firme esta exigencia para siempre?