Se ha hablado mucho desde verano de
la necesidad del Sevilla de fichar un lateral derecho para competir con Navas y ofrecerle descanso después de que la apuesta por Pozo en el ejercicio anterior no funcionara.
Monchi rastreó el mercado estival para fortalecer esta posición, pero
no halló ninguna opción que cuadrara en su planes ni márgenes de acción, por lo que finalmente se optó
por mantener a Aleix Vidal, que durante todo el verano había estado en la rampa salida al no entrar en principio en los planes de Lopetegui.
Estaba por ver si esta alternativa convencía al de Asteasu, lo que se pronto se comprobó por
la ausencia de oportunidades brindadas al tarraconense a pesar de los problemas físico de Navas, si bien llegó el momento en el que no le quedó otra que utilizarle.
Se estrenó el 28 de noviembre
contra el Huesca y encadenó dos titularidades seguidas en Liga, la primera como lateral zurdo por la ausencia de efectivos.
Pero
estas apariciones no suponían que Lopetegui hubiera cambiado de opinión, porque, de hecho, cargó de partidos al palaciego a pesar de que no terminaba de encontrarse en condiciones.
Una situación que ha dado un giro últimamente, posiblemente por el hecho de que Aleix cumplía casi siemrpe que salía y Lopetegui ha incluido en cierto modo en las rotaciones a Navas, o al menos cuenta más con el catalán.
Razones no le faltan, porque
contra el Eibar entró tras el descanso y asistió a Jordán en el segundo y en Copa contra el Almería salió de inició y firmó una actuación muy completa, instalado arriba y convirtiéndose en una fuente de generación de peligro, además de mostrarse muy firme atrás.
Estas prestaciones posiblemente le abrirán las puertas del once con más asiduidad y permitirá que Navas pueda respirar y recuperarse totalmente cuando tenga molestias,
Monchi ha decidido nuevamente en invierno no traer a nadie para la derecha, pero, a tenor de su implicación y rendimiento, sí ha habido fichaje invernal y tiene nombre y apellidos.