Antes de empezar
la charla con ED desde Abu Dabi, donde dirige con éxito desde octubre al
Al -Wahda de la Liga Árabe del Golfo, primera división de los Emiratos,
Manolo Jiménez se apresura a mandar un mensaje de ánimo: "Quiero enviar antes de esta entrevista un saludo a todos, transmitir toda mi fuerza y ánimo para que sigáis luchando contra esta epidemia y deseo que no se vaya más gente por este terrible virus que nos está azotando, que ojalá termine pronto y podamos contar esta pesadilla como que ya ha pasado".
Acto seguido, relató a este diario
cómo sobrelleva esta situación tan extrema a tantos kilómetros de distancia, lejos de los suyos, y apuntó que esta desgracia nos ayudará a valorar cada pequeño detalle y acentuará valores que se habían perdido. Además, el arahalense se alegró cuando se le preguntó por 'su'
Sevilla, del que destaca su regularidad y anima a ir más allá ahora que la hegemonía de los poderosos no resulta tan excluyente, resaltando el funcionamiento de un proyecto que considera exitoso.
- ¿Cómo está la situación en Abu Dabi?- En Abu Dabi, la situación empieza a preocupar al gobierno, no son muchas las noticias que recibimos, pero cada vez se están produciendo más casos. Desde hace tiempo las autoridades están poniendo medidas, creo que han actuado con tiempo, y con la experiencia de lo que está ocurriendo en otros lugares. Por las noches, por ejemplo, no puede salir nadie y se dedican a fumigar las calles, los centros comerciales y demás. Permanece todo cerrado, sólo están abiertos los supermercados, las tiendas de primera necesidad.
- El fútbol también ha parado su actividad…- La competición de fútbol se suspendió una jornada después de la española. Estamos en nuestras casas, sin jugar y sin entrenar, y creo que ha sido una sabia decisión para evitar las reuniones de personas y los contagios masivos.
- A nivel personal, ¿cómo lleva desde la distancia la situación que se vive en España por el COVID-19?- Lo que estoy viviendo es duro, porque, aunque estoy aislado y mi familia también lo está, manteniendo cierta seguridad, es difícil. Tengo una hija en Madrid, a mis otros hijos en Sevilla, a mi madre en Arahal, hermanos, familiares y amigos dispersos por España, y, aunque la tecnología me ayuda a verlos, tengo bastante preocupación por lo que dicen las noticias y bastante rabia por no poder estar con ellos, y ayudar, al menos, anímica y moralmente. Es lo que ha tocado vivir y hay que intentar llevarlo de la mejor forma posible. Lo más importante es estar en casa.
- En vista de la tesitura actual, ¿cree que la temporada debería darse por concluida o reanudarse cuando se pueda?- Sinceramente, no estoy cualificado ni capacitado para dar mi opinión. En cosas importantes las opiniones no deberían ser gratuitas, porque lo que hacen es confundir. Tenemos que hacer lo que los sanitarios y personas de ciencia dictaminen en este tipo de epidemia. Que empiece o no la liga, que sea lo mejor para todos, para la sociedad primero y después para los clubes y para todas las personas que directas e indirectamente viven del mundo del deporte. Pero que hay cosas y prioridades para mí: primero es la salud, después las muchas personas que se van a ver afectados en sus puestos de trabajo, en sus empresas por esta crisis, y después todo lo que sea divertimento, expansión…
- ¿Hasta qué punto opina que esta crisis mundial puede llegar a influir en el fútbol de cara al futuro en todos los sentidos?- Esta situación creo que va a influir a todo en la vida, todo está relacionado, todo es una cadena. Es como las fichas de dominó, cuando cae una empiezan a caer todas. Lo que hay que hacer es estar fuerte, apoyarnos, buscar soluciones y obedecer todas las directrices que nos aconsejen los profesionales de cada ámbito, de colaborar lo máximo posible, sobre todo con las personas más necesitadas. Se puede estar en el confinamiento teniendo todos los lujos y se puede estar con dos o tres niños en un piso de 60-70 metros sin terraza. Hay que intentar proteger tanto económica como anímicamente a los más desprotegidos. También hay muchas personas, me consta porque me llegan noticias por ejemplo de mi pueblo, que viven a las afueras de Arahal, que no tienen dinero ni para echar gasolina para buscar comida ni para comprarla. Son las hermandades las que están colaborando con el ayuntamiento como voluntarios, llevando alimentos, mascarillas y todo lo necesario para ciertas familias que no tienen de nada. No hay que pensar si va a afectar a un sector u otro, esto le va a afectar a toda la sociedad. Aprovechando esta pregunta quiero decir lo orgulloso que me siento de mi hermandad, que junto a otras, y más entidades, se están volcando con los más necesitados. Es momento de eso, de todos arrimar el hombro, el que pueda económicamente, el que pueda aportando su capacidad de trabajo y la mayoría, si lo requieren las autoridades, quedándose en casa para no transmitir el virus.
- Cambiando de tema, hasta el parón, ¿cómo estaba viendo al Sevilla de Lopetegui?- Esta pregunta ya empieza a ser más de lo que yo puedo opinar y ojalá sirva para entretener a la gente y crear debate, si están de acuerdo o no conmigo. Yo estoy viendo bien al Sevilla, no al de Lopetegui, el Sevilla de todos, de todos los sevillistas, dirigido por Lopetegui. Está manteniendo una buena regularidad.
- ¿A qué cree que puede aspirar si se retoma LaLiga?- Cierto que en esta Liga, como en las últimas, el Madrid y el Barcelona no están mostrando la autoridad de antaño y que puede ser un buen momento de sorprender y de dar un zarpazo en la tabla. El Sevilla está tercero, no está muy distante del Madrid y del Barcelona y, aunque ha habido partidos que no han sido tan buenos, la mayoría han sido de una buena regularidad y creo que es el camino para conseguir el objetivo de estar en la Champions el año que viene. Y repito que si Madrid y Barça no andan finos, asaltar la liga. Si se va a reanudar o no la Liga ya es otro cantar, pero hasta hoy, estar en el tercer puesto estaba en los planes del Sevilla, por lo que para mí el proyecto está siendo bueno.
- Cuénteme qué tal va su nueva experiencia en el fútbol árabe, en la que los resultados le están acompañando.- La experiencia está siendo positiva. Llegamos en octubre, el equipo llevaba tiempo sin ganar, estaba en la zona media-baja. Después de cinco meses y con muchos problemas, porque jugábamos sólo con dos extranjeros -se pueden tener cuatro-, con muchos jugadores de la cantera, el equipo ha ido progresando y estamos a dos puntos del segundo clasificado y con opciones de poder llegar a la primera posición a falta de 7 jornadas. Pero no sabemos qué va a pasar, si jugaremos el final de temporada o no. Estoy muy satisfecho de la evolución que el equipo ha experimentado. Intenta jugar más de la forma europea, haciendo transiciones más largas, con equilibrio en las transiciones defensa-ataque, ataque-defensa, juega más junto. Hemos pulido el talón de Aquiles de este equipo, que recibía muchos goles. Seguimos generando muchas ocasiones y estamos evitando que nos lleguen con mucha claridad. El esfuerzo de los jugadores está haciendo que cada día jueguen mejor.
- ¿En qué punto se encuentra el fútbol allí? ¿Cómo es su evolución?- El fútbol aquí como todo, ellos intentan evolucionar, mejorar en el día a día. Ellos no escatiman en gastos, en instalaciones, en medios, en profesionales para alcanzar lo mejor. Llevan muchos años de retraso con respecto a las grandes ligas y ellos, a base de inversión, intentan por todos los medios mejorar y en ese aspecto el esfuerzo le compensa. Es algo muy lento, su intención es clasificarse para un gran evento a nivel de selecciones, y que en la Champions de Asia los equipos lleguen más lejos, porque hay ligas que son más fuertes y poco a poco cada vez se está mostrando con equipos de más nivel, tanto a nivel técnico como físico. Aquí el físico era muy bajo, porque son jugadores que no son profesionales al 100 % y no estaban muy centrados en cosas como la conducta de las comidas y de los entrenamientos. Gracias al trabajo de los que venimos de fuera le estamos inculcando estas mejoras, que llegan con el tiempo. Cada vez se ven en todos los equipos más jugadores locales muy interesantes que podrían jugar en ligas más importantes. El progreso está siendo adecuado, están en el buen camino para llegar a ser una selección potente en Asia, pero les falta tiempo.
- Estuvo en Qatar y ahora en Emiratos, ¿le ha resultado fácil adaptarse a su nueva vida allí?- Mi adaptación a Emiratos ha sido fácil, antes claro, no ahora en esta situación. Abu Dabi es una ciudad bastante bonita, agradable, con muchas cosas que ver, en la que hay muchísimos occidentales. Lo cierto es que es un lugar que te adaptas rápidamente, no es como España, ni Grecia, pero se está bastante bien.
- Se marchó del AEK de Atenas 'chapurreando' griego, ¿cómo se le da el árabe?- Sé alguna palabra suelta (se ríe), pero aquí el 90 % de las personas hablan inglés bastante bien y nos comunicamos en inglés. Para dirigir un entrenamiento, para aspectos tácticos no tengo ningún problema. En rueda de prensa he participado en alguna en inglés, pero mi inglés no es de mucha calidad y en la ruedas de prensa y conferencias llevo un intérprete. En cuanto al griego alguna palabra más que de árabe sé, alguna frase suelta, pero el griego es tremendamente complicado, al igual que el árabe.
- Con contrato hasta junio y en unas circunstancias tan especiales como éstas, ¿cómo vislumbra su futuro a corto plazo?- Antes me planteaba qué iba a hacer después del 30 de junio, pero ahora no tengo ni idea, porque no sé si después del 30 de junio habrá que continuar, si, como he escuchado en algún medio, la FIFA prolonga los contratos hasta que las competiciones se acaben. Siempre que salgo fuera firmo por un año, para que nadie se ate a nadie, y a corto plazo mi plan es cumplir el contrato. Eso sí, tengo claro que en cuanto pueda volveré a España para estar con la familia; después ya veremos.
- Por último, ¿qué se puede aprender de un episodio tan dramático como el que nos ha tocado vivir?- Está despertando la solidaridad y recordando lo importante que es un abrazo, estrechar la mano a un amigo, el beso de un familiar. Creo que esos valores se están acentuando ahora más. Yo era de los que me quejaba de que te cruzabas con una persona en el ascensor en un metro cuadrado y no te daba ni los buenos días. Esas cosas se van a recuperar después de esto. Tenemos que darnos cuenta que todos dependemos de todos, que si yo estoy bien, tengo que intentar que el vecino también esté bien, porque si está mal puede que yo también esté mal. Eso es lo poco positivo, que es mucho, que podemos sacar de esto. Mi mensaje es paciencia y que dejemos los reproches, que esperemos a salir de esto para analizar qué ha pasado, por qué y qué se podría haber evitado. Ahora es momento de obedecer a las autoridades, a las personas cualificadas y salir de esta pesadilla. Un fuerte abrazo para todos.