Las horas de
Simon Kjaer en el Atalanta están contadas. Su todavía entrenador, Gian Piero Gasperini, ya dejó claro que el danés
no le “convence” y le ha abierto la puerta de par en par, mientras que el
Sevilla FC, con el que tiene contrato en vigor hasta 2021, tampoco pondrá pegas a un cambio de aires. Más bien al contrario, pues lo que le interesa es que el central juegue y su valoración no siga cayendo (ha pasado en estos meses de 8
a 6,5 millones según Trasnfermarkt).
Pese a su escasa participación en el conjunto de Bérgamo (381 minutos repartidos en seis encuentros), a Kjaer no le faltan pretendientes. Al margen del fútbol turco, donde G
alatasaray, Fenerbahçe o Trabzonspor han barajado la posibilidad de su regreso a la Süper Lig, es en Italia donde mayor cartel tiene. Amén de la
SPAL o el Cagliari, en los últimos días había sonado con fuerza la posibilidad de la
Sampdoria, cuyo director deportivo, Carlo Osti, admitió que
era su “objetivo”. Pero el club de Génova ha desechado esta posibilidad y apunta a otra dirección: el regreso de
Lorenzo Tonelli, para lo que espera hoy mismo el visto bueno del Nápoles, que ya se lo cedió el pasado curso.
De este modo, cobra fuerza la opción de un
Milan que ha visto cómo se le escapaba el francés
Todibo, del Barcelona, y que necesita reforzar el eje de su defensa tras
la marcha de Mattia Caldara, precisamente al Atalanta. Este era el primer requisito para acometer la llegada de Kjaer a San Siro, lo que supone, según apunta
Gianluca di Marzio, un paso al frente de los 'rossoneri' para hacerse con el danés.
A la afición milanista, sin embargo,
no le ha gustado nada este intercambio de cromos y así lo ha hecho saber con sus críticas en las redes sociales, pues Caldara costó 35 millones de euros en el verano de 2018 y ahora regresará al Atalanta -hoy debe hacerse oficial- con un préstamo de 18 meses y
una opción de compra de 15 kilos, más un porcentaje de una futura venta.
A Kjaer, por su parte, le seduce la idea de enrolarse en un grande venido a menos como el Milan, con la esperanza de gozar de la continuidad necesaria para llegar en condiciones óptimas a
la próxima Eurocopa, donde tiene asegurado un sitio con su selección, de la cual es uno de sus baluartes.