Todos los genios tienen dos caras y en Montilivi
Banega enseñó la mala. El argentino, faro del
Sevilla durante toda la temporada, cometió dos errores muy graves que pueden pesar mucho en el desenlace de LaLiga. Su pérdida en la frontal del área del
Girona desembocó en el gol del conjunto gironí. Una acción deportiva que puede ser hasta cierto punto comprensible, nada que ver con la segunda. Con el tiempo cumplido y en la última acción del choque, el argentino agredió a
Pere Pons y vio la roja directa. Antes había visto una cartulina amarilla -la decimoquinta de la temporada-, por lo que
como mínimo se perdería dos de los últimos tres encuentros del campeonato.
Parece, sin embargo, que ya no jugará más en lo que resta de temporada, según lo reflejado por González González en el acta, pues el trencilla destaca que Banega golpeó con los dos pies en el pecho a un rival
"de manera violenta" y
"una vez que se había detenido el juego". Es decir, que tiene poca defensa...
Banega no había estado fino durante todo el duelo más allá de pases sencillos que para el rosarino son pan comido. Cuando arriesgó, no tuvo la finura que le caracteriza. En un día malo para el Sevilla, uno de sus principales estandartes acabó desquiciado en el que podría ser su último partido de la 18/19.