El
Sevilla acumula en poco más de la mitad de esta temporada más de un año y medio en lesiones; un acumulado de 20 meses en tiempo estimado de baja de sus jugadores o, lo que es lo mismo, 81 semanas en el dique seco en una campaña que comenzó en julio y en la que el equipo de
Pablo Machín viene jugando cada tres o cuatro días entre
LaLiga, la
Copa del Rey, la
Europa League (con tres rondas previas incluidas) y la Supercopa de España. Una maldición que parece no tener fin y que ayer se cobró otras dos víctimas:
Joris Gnagnon y, el colmo de los colmos, uno de los dos únicos refuerzos que han llegado en el mercado invernal de fichajes: el atacante
Munir El Haddadi.
El hispano-marroquí se sometió ayer a unas pruebas médicas que confirmaron los peores presagios: "una lesión muscular en el aductor de su pierna izquierda que le va a mantener alejado de los terrenos de juego al menos cuatro semanas" y que frena en seco su adaptación a su nuevo equipo, con el que debutó en San Mamés ante el Athletic antes incluso de ser presentado y de ser titular ante los vizcaínos en la vuelta copera de octavos y tener unos minutos de nuevo en LaLiga ante el Real Madrid.
Si se confirma el pronóstico, Munir se perderá entre ocho y diez encuentros: los dos de Copa ante el Barcelona y unas hipotéticas semifinales si el Sevilla elimina a los culés; los dos europeos ante la Lazio y los duelos ligueros ante Celta, Eibar, Villarreal y de nuevo Barça, en el Sánchez-Pizjuán el domingo 24 de febrero.
Una ausencia similar podría sufrir Machín con el zaguero francés, que está a la espera de poder ser sometido a más pruebas para determinar si finalmente, y como parece, sufre una lesión muscular en el recto de su pierna izquierda; lo que implicaría un mínimo de cuatro o cinco semanas de baja.
Ambos jugadores se unen en la enfermería a Nolito, que sufrió en Bilbao la fractura del peroné de su pie izquierdo de la que fue operado y le tendrá tres meses sin poder vestirse de corto, y Máxime Gonalons, que encara la recta final de su segunda lesión ósea. El mediocentro francés se rompió primero el peroné derecho y, a los pocos días de volver a jugar, se fracturó el maleolo tibial izquierdo en un partidillo ante el filial.
Y éstos son sólo tres de los seis problemas óseos sufridos por el Sevilla este curso, después de la luxación en el codo izquierdo que tuvo 'K.O.' a Escudero dos meses; otra en el codo derecho que tuvo mes y medio fuera a Amadou; y una fractura en el cúbito diestro que tuvo otras seis semanas fuera a Mercado.
El pivote franco-camerunés y el argentino tuvieron que estar 15 días de baja por sendas lesiones musculares; mismo motivo que mermó a otros seis sevillistas.
Hasta en dos ocasiones perdió Machín a Simon Kjaer, primero con una dolencia en el bíceps femoral izquierdo y luego en los isquiotibiales de esa pierna; y a Aleix Vidal, que sufrió una lesión inguinal a principios de curso y acaba de reincoporarse tras un mes padeciendo en los isquios de la pierna derecha. También dos veces cayó Jesús Navas, que sufrió una rotura de fibras en el sóleo izquierdo de la que luego recayó tres semanas después, aunque coincidiendo con las vacaciones navideñas, por lo que su segunda baja no tuvo tantas consecuencias para el equipo.
Más leves fueron los problemas que obligaron a perderse un partido a Daniel Carriço, por una gastroenteritis derivada de un proceso gripal, André Silva, con dolores en el muslo derecho, y Roque Mesa, que 'por suerte' le coincidió con una sanción.
Todo ello sin contar las típicas
sobrecargas y
contusiones que no pasan a mayores. Muchas lesiones, demasiadas para un plantel corto que quiere aspirar a todo en los tres frentes.