El
Sevilla ha cerrado el
primer trimestre del proyecto liderado por
Caparrós y
Machín con muy buenos números en todas las competiciones, pese a la insólita
acumulación en este período de
cinco lesiones óseas en jugadores de la primera plantilla.
Los sevillistas fueron los primeros que iniciaron la competición, el pasado
26 de julio, al tener que afrontar las
eliminatorias previas a la fase de grupos de la
Europa League y, entre este torneo, la
Supercopa,
LaLiga y la
Copa, ya acumula
24 partidos.
El técnico no ha parado de
reinventar a su equipo
semana tras semana debido al lógico reparto de minutos por lo
saturado del calendario, pero también obligado por las
lesiones de larga duración, y todas ellas óseas.
Sergio Escudero fue el primero en caer, con una
luxación del codo izquierdo que se produjo en el partido de la segunda jornada de LaLiga ante el
Villarreal.
Gabriel Mercado, por su parte, se lesionó en el
derbi en el
Villamarín y fue
operado de una fractura en el cúbito de su brazo derecho.
Maxime Gonalons fue el siguiente en sufrir una dolencia de huesos y, en un golpe en un entrenamiento, se
fracturó la cabeza del peroné derecho. La lista la amplió poco después
Ibrahim Amadou, quien tuvo que salir en camilla del partido europeo ante el
Standard belga con una
luxación del codo derecho.
Los cuatro se fueron
incorporando paulatinamente, aunque el caso de Gonalons es de un gran infortunio. El galo,
sólo cuatro días después de reaparecer,
volvió a lesionarse y otra vez en un entrenamiento, el del jueves, el último antes de que Machín diera tres días de descanso.
A todas estas lesiones óseas se han unido
otras más leves, como las
musculares que han padecido
Aleix Vidal, Kjaer, Gnagnon, Ben Yedder y André Silva.