Compartieron vestuario durante cinco años y les une una enraizada amistad que trasciende los terrenos de juego. Hermandad que se aprecia en el tono de
Aquivaldo Mosquera cuando se le pregunta por
Miguel Layún, su compañero de habitación durante su larga etapa en el
América de México y con el que, incluso, ha montado varios negocios.
El colombiano se alegra profundamente de que su amigo haya recalado en el
Sevilla a pesar de que fubolísticamente no guarde el mejor de los recuerdos de su paso por
Nervión porque lo considera un paso importante en la carrera del mexicano y no duda en que "encajará" en todos los aspectos en el
Sánchez-Pizjuán, y no sólo por sus "numerosas cualidades". De hecho, antes de entrar en materia sobre lo que puede aportar a los de
Montella, Mosquera apunta que se trata de "un buen muchacho", de "una persona increíble" que genera "muy buen ambiente en el grupo".
Una vez destacada esta faceta, en la que luego se adentraría, el exjugador sevillista incide en que
Layún reúne las condiciones para consolidarse en el
Sevilla, en el que ya se estrenó con poca fortuna el pasado sábado ante el
Eibar. "Tiene muy buen estado físico, lo que le permite llegar fácil en ataque y recorrer la banda una y otra vez. A esto se suma que es rápido, que posee muy buen golpeo y confía mucho en sí mismo, primordial en todos los sentidos. En el
Oporto no tuvo este curso la continuidad que necesita, pero está en un muy buen momento de su carrera y ha llegado a un gran equipo", explica
Mosquera, que atendió muy amablemente a
ESTADIO Deportivo desde su tierra natal y que ve al
Sevilla como un destino perfecto para el azteca por el fútbol que practica: "A él le viene muy bien el juego dinámico del
Sevilla, es perfecto, a él le gusta ese ritmo. Le va a sentar de maravilla estar allí, en uno de los mejores equipos de España, y seguro que lo va a hacer muy bien".
En este sentido,
Aquivaldo resalta la polivalencia del carrilero, apuntando que puede desenvolverse en los dos perfiles y no necesariamente de lateral, revelando que cuando coincidieron en el
América se desempeñaba en una posición más avanzada: "Allí jugaba de extremo izquierdo, porque partíamos con una línea de cinco y hacía funciones de extremo. Puede moverse por ambos lados con un rendimiento similar, siempre bueno".
No obstante, puntualiza que, desde su punto de vista, sobresale más arriba que atrás: "Para mí es más de ataque que de defensa, lo que no quiere decir que en la resta no cumpla con creces. Es solvente en ambas cosas".
Los elogios de
Mosquera se multiplicaron cuando se centró en el factor humano, lo que entiende que le facilitará su integración inmediata. "Es muy animado, se puede hablar con él de cualquier cosa y te puede ayudar en todo momento. Además, al ser muy inteligente, interpreta perfectamente lo que le se le pide sobre el terreno de juego", indica el cafetero, que añade que se trata de un hombre "muy tranquilo y familiar": "En el
América nunca hubo ninguna queja de él en tanto tiempo".
Igualmente, asegura que "transmite mucha alegría en el vestuario", porque, aunque "no es un líder" propiamente dicho, le gusta hacer muchas "payasaditas" y crea "buen rollo" en la rutina de trabajo. Por todo ello, se muestra convencido de que se adaptará con rapidez, para lo que el excentral espera que cuente con la ayuda de otro gran amigo suyo,
Navas: "Jesús parece muy callado, pero cuando estuve allí tuve la fortuna de compartir muchas cosas con él y le aseguro que no es nada callado. Es uno de los mejores amigos que me ha dejado el fútbol y espero que Miguel (Layún) se alíe allí con él. Les deseo lo mejor".