El circuito Premier Padel está viviendo esta semana en el P2 de Gijón un momento muy turbio, pues los problemas entre la organización y el sindicato de jugadores ha hecho que los 100 primeros del ranking de la FIP optaran por no estar en la ciudad asturiana, lo que ha generado un cuadro de lo más llamativo. Con los ex números 1 de A1 Pádel, Tolito Aguirre y Gonza Alfonso, como grandes favoritos, el torneo está transcurriendo con sorpresas y sobre todo, con globalización, pues han sido muchos los países representados en los cuartos de final. Entre ellos destaca Egipto, gracias a Youssef Hossan, el segundo cabeza de serie.
El 158 del ranking mundial de pádel se ha convertido en el primer jugador de su país en colarse en esta ronda. Lo hizo junto a su compañero, el argentino Julián Lacamoire, con el que formaba la dupla cabezas de serie 4. En octavos de final, su debut, ganaron a los jóvenes Coquito Zamora y Mariano González en tres sets tras 2 horas y 20 de duelo. Sin embargo, en los cuartos de final se han topado con un gran golpe de realidad. Manu Aragón y Facu Dehnike, dos de los jóvenes llamados a ser grandes, les han batido en tres sets.
No obstante, esta posición ya es un hito para el egipcio, pues es su absoluto tope en el circuito, además de permitirle salir de un pozo en el que lleva mucho más tiempo del deseado y que tiene que ver con su pasado, cuando era un destacado jugador de tenis.
Hossam era un jugador de tenis prometedor, que había llegado al top 10 junior y ya tenía victorias (dos) en la ATP. Sin embargo, sus resultados solo datan hasta el año 2019, momento en que fue apartado de la práctica profesional por protagonizar un sonoro escándalo. Y es que la Unidad de Integridad del Tenis le sancionó de por vida después de haber sido declarado culpable de múltiples delitos de amaño de partidos y de otros delitos de corrupción relacionados con el circuito ATP.
Tras investigarse se llegó a la conclusión de que Youssef, que tenía solo 21 años, había cometido un total de 21 infracciones graves que violaban las normas anticorrupción entre 2015 y 2019. Y no solo eso, si no que también- estaba considerado como el cabecilla de un gran trama que se estaba poniendo en marcha para llevar a cabo apuestas ilegales en los niveles inferiores del tenis profesional, donde todo es más difícil de controlar.
Al principio se le adjudicaron ocho casos de amaño de partidos, seis de facilitación de apuestas y dos de solicitud a otros jugadores para que se dejaran perder. Pero la lista de delitos fue en aumento. Y le alejó del tenis, puesto que al principio solo fue suspendido de manera temporal y después colgar la raqueta para siempre tras ser catalogado como uno de los mayores fraudes de los últimos años en el deporte de la raqueta. Pero no de la pala, donde ha encontrado su refugio.