Después de lo que pasó en Yunquera, donde Ben O'Connor acabó ganando la sexta etapa de la Vuelta a España y con casi cinco minutos (4:51) de ventaja en la general, todo hacía indicar que el del Decathlon tenía más de media carrera en el bolsillo, y todo iba a depender del planteamiento de los grandes favoritos en su búsqueda por limarle el tiempo y volver a soñar con un triunfo que se antojaba difícil. Pues bien, mientras todos los huevos estaban en la cesta del etapón de mañana domingo en Granada, este sábado Primoz Roglic y Enric Mas han aprovechado el escarpado final en la sierra de Cazorla para pegarle un mordisco de casi 45 segundos al australiano.
En una etapa perfecta para la fuga, tal y como se había escrito desde el día de la presentación del recorrido, poco tardaron en desatarse las hostilidades, hasta que se formó un grupo de muy muy alto nivel. Oier Lazkano y Ion Izaguirre eran la representación española; en lo que se refiere a la general, el más peligroso era Harold Tejada, que marchaba a 7 minutos de O'Connor, y trató de emular al 'aussie'. Y durante mucho tiempo se vió con opciones, ya que llegaron a rodar con más de cinco minutos de renta. Sin embargo, no les iba a valer.
Y es que por detrás, tras muchos minutos de indecisión, el Israel tomó el mando de las operaciones, no porque tuvieran a nadie para la general, si no en pro de las opciones de etapa de su líder, Michael Woods. Este movimiento les hizo un favor a los capos, que se vieron con unas opciones de victoria inesperada. Por delante hubo ataques, pero el poco más de un minuto con el llegaban al final hacían ver que iba a ser más que complicado que lograran el triunfo. Y así fue.
En la tremenda ascensión final fue Primoz Roglic el que subió el ritmo, y solo le pudo seguir Enric Mas. Una vez más el balear mostró unas piernas como no se le han visto en años, y así se plantó en los kilómetros decisivos a rueda del esloveno, e incluso lo probó, pero todo se quedó en una lucha entre dos. Sí, solo ellos dos, porque por detrás llegó la escabechina. O'Connor se quedó y tuvo suerte de contar con Felix Gall, porque si no la sangría pudo haber sido descomunal. Eso fue lo que le pasó a Joao Almeida, quien no iba y se quedó solo, tanto que perdió una minutada.
De hecho, el único que pudo estar cerca del dúo más fuerte fue Mikel Landa, pero a distancia. Mas y Roglic llegaron en solitario a la meta y ahí, en su terreno más favorable, el tres veces ganador de la Vuelta a España no falló, certificando el triunfo y recortando al líder. En el mismo segundo que él llegó el del Movistar y por detrás, a 12 segundos, Mikel Landa. O'Connor perdió 45 segundos -más las bonificaciones-, pero ya no es el tiempo, si no que el problema es el golpe moral de cara a mañana, al verse tan lejos.