El Premier Pádel se ha tomado un respiro esta semana antes de que, a partir del lunes, llegue uno de los torneos más importantes del año: el Major de París. La última cita jugada en Valladolid trajo el regreso a unas semifinales de Paquito Navarro. En este caso, junto al compañero con el que lleva jugando los cuatro últimos torneos, Pablo Cardona.
El jugador sevillano fue el gran perjudicado del cambio de parejas que se produjo justo antes del parón veraniego, ya que tanto la ruptura de él y Juan Lebrón como la de Los Superpibes, Franco Stupaczuk y Martín di Nenno, dejó unas nuevas parejas que le relegaron al quinto puesto y ahora tiene muchas opciones de cruzarse en cuartos de final con las duplas Ale Galán-Fede Chingotto y Arturo Coello-Agustín Tapia, que se están mostrando intratables.
De momento, ya ha alcanzado dos semifinales de cuatro posibles, aunque sólo estas últimas tienen un verdadero valor, ya que en las que consiguió en Finlandia, donde se quedó a un 'tie break' de la final, no estaban las dos parejas dominantes.
A sus 35 años, Paquito Navarro lo ha ganado todo en el mundo del pádel. Pero no se conforma. Por eso se ilusionó cuando volvió a formar pareja con Lebrón y, por eso, ahora es positivo de su unión con un joven tan prometedor como Cardona. "Se nota en el hambre y las ganas que tiene de ganar. Es un niño de 19 años con toda la carrera por hacer, pero, a pesar de su corta edad, creo que ha demostrado que tiene edad de campeón. Compite muy bien. Físicamente está hecho un toro y es cuestión de tiempo que esté en lo más alto. Lo mejor de Cardona nos lo vamos a ir encontrando torneo tras torneo", indica el sevillano en una entrevista con ABC, en la que señala que no quiere verse como un maestro ante la joven promesa.
"Soy su compañero y sí me gustaría aportar aquello que por el simple hecho de su edad no tiene, como por ejemplo experiencia, manejo de las situaciones difíciles e ir rompiendo esas barreras psicológicas que con 19 todavía no las ha roto", afirma un Paquito Navarro que se ve como un veterano, pero con mucha cuerda por delante. "Considero que hasta los treinta y muchos años se puede jugar a un gran nivel de pádel. De hecho, tenemos ejemplos de jugadores como Willy Lahoz que han estado pasando la barrera de los 40. Si tienes ganas, te cuidas y te adaptas al juego puedes estar jugando a un alto nivel hasta los 40 o un poco más. Espero estar al menos unos cuantos años más compitiendo al máximo nivel. Yo me conformaría", afirma.
Con lo que no se conforma son con las derrotas. Y eso que sabe cómo aprietan las nuevas generaciones, que ya son totalmente nativas del pádel. "Cada vez intento relativizar más, pero me duele perder y me fastidia. Antes me duraba tres días el enfado, luego dos... y ahora intento que me dure un rato. Lo pongo todo en perspectiva. Por otro lado, pienso que este odio a perder me ha llevado a seguir mejorando y seguir compitiendo y a estar donde estoy. Me acepto tal como soy, con mis calenturas y mi pasión dentro de la pista, que me juega buenas y malas pasadas. A mis 35 años me he aceptado", afirma en dicha entrevista el sevillano.