Francisco Salas5 min lecturaLa historia de España en el mundo del ciclismo es amplia, pero en este momento solo hay un equipo nacional en la máxima categoría, el Movistar, y eso se ha notado en el campeonato de España, donde los navarros han presentado a 12 ciclistas, de los que 5 o 6 estaban sin duda entre los 10 mejores del evento. Los telefónicos ya se llevaron el gato al agua el año pasado gracias a Oier Lazkano, y este 2024 han repetido triunfo, esta vez por mediación de Alex Aranburu, que ha sido el más fuerte en San Lorenzo del Escorial; pese a que corredores de otras formaciones como Roger Adriá o sobre todo, Mikel Landa, se lo han puesto muy difícil, pero les ha servido a los de Eusebio Unzué para resarcirse de lo que pasó en la lucha contra el crono.
El guipuzcoano se impuso en solitario en la prueba de 201,6 kilómetros disputada con salida y llegada en la localidad madrileña, donde el dominio de su equipo se ratificó con la segunda plaza de Oier Lazkano. Aranburu, que fue el año pasado bronce en el mismo escenario, es ahora campeón nacional después de una escapada a 20 km de meta que le permitió llegar en solitario, con tiempo para disfrutar su éxito. Aranburu, reciente ganador de etapa en la Vuelta a Bélgica dio brillo al festival de Movistar con su octava victoria profesional, ya que, a 52 segundos, entró, el ya excampeón, Lazkano; mientras más lejos llegó en la tercera plaza Jesús Herrada a 58, seguido de Carlos Canal, el tercer Movistar, y Mikel Landa.
Una prueba exigente en la sierra madrileña, sin respiro, con 3.200 metros de desnivel acumulado en un recorrido de 5 vueltas a un circuito largo con las subidas a Fresnedilla de la Oliva y 3 vueltas al duro bucle final que incluía la subida a las faldas del Monte Abantos, en El Escorial. La carrera fue movida entre los favoritos desde el principio, pero Pelayo Sánchez, ganador de etapa este Giro, se lanzó en solitario a 36 de meta, movimiento que iba a exigir respuesta de Landa y el resto de capos.
El alavés intentó subiendo, pero lo frenó Movistar. El grupo perseguidor, que también incluía a Roger Adriá y Jesús Herrada, atrapó a Pelayo Sánchez a 23 de meta. Ahí fue el turno de Aranburu, quien abrió hueco a marchas forzadas respecto a un grupo de 9 hombres donde no hubo una respuesta inmediata. Aranburu volaba hacia meta. Al comienzo de la última y definitiva vuelta, a 13 de meta, el camino del guipuzcoano parecía claro, contando con una ventaja de 1:25 minutos.
Adriá trataba de recortar diferencias, pero los compañeros de persecución no se entregaron en la colaboración. El corredor del Bora dio la cara, marcando el ritmo a Landa y Lazkano, Pau Martí, Herrada y Castrillo, soltando incluso al resto de perseguidores. Esfuerzo titánico que redujo la ventaja de Aranburu, pero sin llegar a bajar la barrera del minuto.
Los acelerones de Herrada y de Mario Aparicio pusieron la duda respecto al camino triunfal de Aranburu, pero el ciclista vasco entró en el terreno más favorable para volver a rebañar algún segundo antes del último km, exigente, antes de meta. No hubo manera, Aranburu aguantó con fuerza y coraje, y, con el título asegurado, entró en meta feliz, celebrando su hazaña, labrada por un trabajo diseñado por todo el equipo. Por si fuera poco, atacó también Lazkano para subirse al podio. Herrada tiró de orgullo para ser tercero. La fiesta quedó en la casa del Movistar.