Connor McGregor vuelve a estar en boca de todos, pero esta vez por una espantada que tiene a todo el mundo de la UFC pendiente de su paradero.
Y es que tras cancelarse la rueda de prensa en la que debió presentarse el pasado lunes en Irlanda, nadie sabe dónde se encuentra el luchador. Y los primeros que han dado la voz de alarma han sido los organizadores de la empresa de Dana White, quienes ya ven peligrar su regreso en el UFC 303.
Aunque falta un mes para el combate frente a Chandler, sólo se sabe de él por las redes sociales. Pero nada más. "No tengo idea, no sé si algo de eso es real o verdadero o lo que sea. Pero Conor no es un tipo tonto y, ya sabes, esta es obviamente una gran pelea para él. Lo llama el mejor regreso en la historia de los deportes y todo eso", dijo el propio Dana White el pasado domingo en UFC 302.
Mientras, los más optimistas, como el periodista Ariel Helwani, ha tratado de dejar alguna pista: "Sin noticias por el momento. La esperanza sigue siendo que la lucha continúe. Hay positividad, diría yo. Pero han sondeado para ver quién podría reemplazarlo, ya sea como reemplazo o como una pelea completamente nueva en la cima del cartel. Todavía en desarrollo y todavía algo de tiempo".
El silencio de todas las partes implicadas hacen prever lo peor para un evento que ha tenido una recaudación en taquilla de más de 20 millones de dólares. A estas alturas ya debía haber información sobre el estado físico en el que se encuentra el irlandés. Y para colmo, el show ha desaparecido de los servicios de compra.
"En consulta con UFC, la conferencia de prensa de hoy fue cancelada debido a una serie de obstáculos fuera de nuestro control. Pido disculpas a mis fans irlandeses y a los fans de todo el mundo por las molestias, y aprecio toda vuestra pasión y apoyo. No puedo esperar para ofrecer el mejor espectáculo de todos los tiempos en el octágono", fueron las últimas palabras que redactó Connor McGregor en su último comunicado en redes sociales.
Ahora, la empresa que se le avecina a la UFC no es nada sencilla: encontrarle un sustituto de su altura o cancelar el regreso más esperado de la historia de todos los deportes.