La selección española de rugby ha sufrido una dura derrota ante Georgia en un partido que realmente ha sido una fiesta, en la que se ha celebrado la clasificación nacional al Mundial de Australia 2027, un hito del deporte nacional
Un jugador de la selección española de rugby - @ferugbyFrancisco Salas4 min lectura
La selección española de rugbyaseguró hace una semana su pase al Mundial de Australia de 2027, pero aún le quedaba un partido ante el probablemente mejor equipo de Europa, fuera del Seis Naciones, Georgia. Y el día ha sido una fiesta en el estadio de la Universidad Complutense de Madrid, donde el XV del León ha dado la cara, pero ha terminando cayendo en un partido muy duro, en el que los visitantes se impusieron en todas las facetas del juego, por 32 a 62. Aún así los españoles se clasifican segundos en el Grupo A, superados por su rival de hoy, que también estará en la Copa del Mundo.
La selección española no se imponía a Georgia desde 2012 y solo lo ha hecho en tres ocasiones de las 25 en las que la historia del rugby ha cruzado sus caminos. Los Lelos, como se conoce a los caucásicos, han superado recientemente a Gales en la clasificación de World Rugby, la federación internacional. Los británicos son duodécimos, una posición por detrás de Georgia (11º), y seis por delante de España (18º). Los georgianos tienen a la mayoría de sus jugadores en la Liga de rugby de Francia y son habituales en los Mundiales.
Una misión casi imposible
España plantó cara, sin complejos, a largo de la primera parte a Georgia. Y llegó a situarse a dos puntos en el minuto 25, con un 13-15, tras ensayo de Ariceta y dos golpes de castigo transformados por Vinuesa después de los dos iniciales de los visitantes. Pero poco a poco, la delantera blanca y sus 'mauls' fueron imponiéndose para decantar mediante ensayos de Karkadze, Japaridze y Niniashvili el encuentro con 13-34 al descanso. Las dos últimas marcas de los caucásicos y sus malos modos provocaron sendas tanganas que acabaron con cuatro expulsiones en los minutos 35 y 41, resueltas de manera salomónica por el irlandés Cross con cuatro expulsiones temporales. Los dos medios, Aurrekoetxea y Vinuesa, por parte española, y Kveseladze y Babunashvili, por la georgiana.
El paso por los vestuarios dio fuerza a los hispanos, que consiguieron su segunda marca en el 45 por medio de Foulds, hecho que, añadido a la expulsión ya definitiva de Kveseladze por doble amarilla, condujo a los Leones a campo contrario. Sin embargo, no era el día de los seleccionados por Pablo Bouza.La amarilla a Ovejero equilibró los efectivos y fue la línea de tres cuartos la que esta vez cortó la defensa local con dos ensayos de Niniashvili, poco antes de que Foulds cruzara por tercera vez la línea de ensayo para los Leones. El intercambio de ensayos, de Kavatadze y Boronat con el cuarto para España, marcó el último tramo del encuentro para cerrarlo. Pero más allá del resultado, lo más importante era celebrar el hito del rugby español.