Solo el Betis es capaz de descender en una misma temporada y salir campeón de la Copa del Rey. Historia en el conjunto verdiblanco que gana la Copa del Rey por primera vez en su historia. En una tanda de penaltis muy apretada ante el Jimbee Cartagena, los béticos se impusieron en el Pabellón San Pablo. Lemine marcó el tanto definitivo y ya pasa a ser parte de la historia del beticismo. Una semana más tarde de consagrar su descenso a Segunda división, ahora celebran un título.
El partido se le puso muy cuesta arriba al Betis. Arrancó algo dubitativo ante su gente y eso se vio reflejado en que el Cartagena barajó muy bien sus cartas. En menos de diez minutos ya se iba a poner por delante en el partido por dos goles. Un gol en propia de Molina y un tanto de Gabriel Motta hacían soñar a los murcianos. Sin embargo, antes del descanso el conjunto verdiblanco iba a conseguir despetar. No sin su grado de suspense.
Un penalti que terminó revisando el VAR terminó siendo convertido por Piqueras antes del descanso. El propio jugador verdiblanco iba a contagiar su gran nivel a sus compañeros, hasta el punto de que con una jugada ensayada conseguía poner el empate en la Final. Dos a dos en el marcador y con muchos minutos por delante.
El San Pablo iba a estallar de alegría con la remontada del Betis. Golazo de Carrasco de tacó tras recibir un pase de espaldas. Cogía por sorpresa al portero del Cartagena que no pudo llegar abajo. Los verdiblancos tenían de su mano el título de la Copa del Rey, aunque el Jimbee no se iba a dar por vencido.
Cuando quedaban cinco minutos para el final, el Cartagena decidió atacar con cinco jugadores, con portero jugador, obligando al Betis a esforzarse en defensa. Varios ocasiones, balones que se estrellaban contra la cruceta o contra el cuerpo de Raúl Sánchez. Tanto iba a insistir el equipo murciano con portero jugador, que a falta de dos minutos para el pitido final iba a conseguir poner el empate a tras un tanto de Darío, solo para empujarla. El encuentro se iba a la prórroga.
Máxima igualdad entre los dos equipos, pero parecía que el Cartagena exprimía más aún sus ocasiones. Ambos equipos apostaron por atacar de cinco, pero ninguno de los dos acertó. El San Pablo se enmudeció en la última jugada, cuando los murcianos estrellaron un balón en el larguero. El empate a tres mandaba más tarde el partido a los penaltis. Todo o nada para ambos clubes.
Ambas aficiones contenían la respiración en la tanda de penaltis. Comenzó lanzando el Betis y no perdonó Piqueras. Más tarde, Raúl Sánchez detenía el envío del jugador del Cartagena. Tras los aciertos de ambos equipos en las siguientes penas máximas, Lemine tenía en sus pies por fin el título para los hispalenses. No falló y el Betis estalló.
Campeón de la Copa del Rey el mismo año que descienden a Segunda división, un hito histórico y difícil de repetir.