Ale Galán dejó uno de los momentos más tensos del último mes y medio. Y no tenía que ver con las desavenencias, cada vez más públicas, con su excompañero Juan Lebrón. Se refería a sí mismo, a su ansiedad por recuperar el número uno y cómo le estaba afectando eso a su juego junto a Fede Chingotto.
El madrileño y el bonaerense, de hecho, no han vuelto a ganar un torneo después del parón y, aunque siempre han alcanzado la final, sólo en uno de esos partidos pudieron plantar cara a Agustín Tapia y Arturo Coello.
“¿Sé el motivo? Quizás demasiada exigencia para mí... Ansiedad, ganas de hacerlo todo a la perfección. Necesito reducir esa ansiedad que me da correr por el primer puesto y pensar más en mi equipo. Es ansiedad y ganas de hacerlo todo perfecto. (...) Debo quedarme con lo positivo y bajar la exigencia. Lo venimos diciendo desde hace varios días", afirmó Galán en el arranque del Rotterdam Premier Padel P2 celebrado a mediados de septiembre en esta ciudad neerlandesa.
Un mes después los resultados no han cambiado, pero sí su visión. O, al menos, así lo asegura él en una entrevista con Relevo, donde desgrana cómo se encuentra y lo que le viene ahora, con su reencuentro con Juan Lebrón en la selección española que jugará el Mundial de Qatar en dos semanas.
"Cien por cien me he pasado de vueltas. Estaba con la calculadora, que es algo que nunca he hecho. Siempre he pensado que los resultados llegan cuando el juego está, y es donde siempre me he centrado, en mejorar mi juego, en tratar de sumar y acompañar a la persona que tengo al lado y ya está. Pero es verdad que después de un año de tanto dominio de Agus (Tapia) y Arturo (Coello), ahora estar plantándoles cara... Después del parón el primer torneo era Madrid eran ganas extra también. De estar ahí, de ponernos, como decimos nosotros, soplándoles en la nuca. Estar ahí cerquita y llegar el torneo de Madrid con mi gente, pues había ganas de hacerlo muy bien. Eso me pasó factura", reconoce Galán, que explotó justo después de perder la final de ese Premier Padel P1.
"En lugar de entrar a jugar y que el punto se tenga que deshacer como se deshace naturalmente, tenía la ansiedad de querer cerrarlo. Entonces, en cada toma de decisiones, porque cada golpe que hacemos, cada dirección, cada punto de fuerza, todo lo que golpeamos es una toma de decisiones, estaba un poquito, como digo yo, envenenada por meterme demasiada presión y las sensaciones que me dejó esa final no fueron las mejores conmigo mismo. Pero bueno, ya se ha hecho el trabajo oportuno y me he sentido súper bien el resto de partidos", añadía Galán, quien siguió perdiendo ante Tapia y Coello, y con más contundencia en Rotterdam y París, pero ya lo da la importancia que le dio ahí.
La clave ahora es "la humildad de reconocer los errores y de tratar de ponerles remedio para coger confianza otra vez en el juego". "Volver a repetir una y otra vez qué es lo que hago bien y trabajarlo. Tratar de, con mi psicóloga, enfocar dónde quiero y cómo quiero ser dentro de la pista y dónde quiero estar y cómo quiero jugar...", asegura el número tres del mundo, quien también ha vuelto a las rutinas que tenía con Chingotto y que, según él, habían dejado algo de lado. "Íbamos demasiado relajados. Veníamos a un muy buen nivel, consiguiendo todas las finales prácticamente. No habíamos cedido sets en todos los torneos, excepto jugando contra Agus y Arturo. Eso va muy bien en tema de confianza, pero claro, cuando ya me paso de vueltas y pierdo ese foco, creo que había que otra vez buscar un orden", confirma.
Ahora llega NewGiza y, luego, lo que muchos han señalado como el torneo del morbo, en el que Ale Galán podría volver a formar pareja junto a Juan Lebrón en el Mundial. Ahí, el madrileño echa balones fuera. "Yo estoy jugando por España y ya juegas por otras cosas", afirma Galán antes de señalar que no lo ve muy factible. "Ahora mismo Lebrón está jugando de revés. Pero yo ya le he dicho al seleccionador o, cuando me han hecho esta pregunta, que yo juego para el equipo . Ya sea desde el banquillo animando, o juego en la derecha que no es mi lado, en el revés... Lo que necesite para que el equipo gane", advierte.