Antonio José Medina5 min lecturaEl equipo que dominó completamente la Vuelta a España y el mundo del ciclismo el pasado año, el Team Visma - Lease a Bike, está viviendo un año 2024 nefasto. Nada hacía indicar que la temporada de Vingegaard fuera así, pero estuvo marcada por la grave caída de la Itzulia y, aunque se recuperó, no llegó en sus mejores condiciones al Tour de Francia.
En la Vuelta a España, sin el danés y sin un Roglic que esta vez estaba en el bando enemigo, todas las miradas estaban puestas en el campeón del pasado año, Sepp Kuss, pero el ciclista norteamericano ya demostró desde el principio que no estaba como en 2023 y marcha decimoquinto en la general, a más de ocho minutos del líder y a cuatro de Roglic o Enric Mas, las alternativas a O'Connor.
Kuss vio cómo, a las primeras de cambio, se quedaba sin uno de sus principales lugartenientes. Dylan van Baarle fue el primero en abandonar La Vuelta 2024 tras sufrir una grave caída en la segunda etapa de la que, poco a poco, se están sabiendo las consecuencias. El corredor neerlandés del Visma - Lease a Bike ya ha dejado claro que no volverá a correr, al menos, hasta la próxima temporada. Y, de hecho, ahora mismo tiene problemas hasta para valerse por sí mismo.
El propio Van Baarle explica su situación en el podcast In Koers del Algemeen Dagblad, donde, en primer lugar, deja claro cómo fue. "Todo sucedió muy deprisa", señala el ciclista neerlandés, quien narra que cuando los ciclistas vieron que varios ciclistas se hacían con bolsas de comida en la zona de avituallamiento, ellos se fueron "hacia la izquierda" para no entorpecer la operación y evitar caídas. "Íbamos a 15 ó 20 kilómetros por hora, pero de repente se me fue la rueda delantera y me fui al suelo. Probablemente golpeé una botella de agua y caí sobre mi cadera derecha. Inmediatamente sentí que algo iba mal. A menudo me he roto algo en esa zona y tenía los mismos síntomas. No podía levantarme por mí mismo y tuvo que tirar de mí un espectador", confirma el ciclista del Visma - Lease a Bike.
Pese a todo, el jefe de ruta del Visma trató de seguir, pero, a los pocos kilómetros, echó pie a tierra. "Cuando volví a subirme en la bicicleta, me di cuenta de que mi lado derecho no funcionaba nada. Pedaleaba sin rumbo", indica Dylan van Baarle, quien se dio cuenta de que era más grave de lo que había pensado.
El veterano ciclista de Voorburg, admitió que tenía un sentimiento de "tristeza" e "incredulidad" por no poder continuar y por tener que despedirse de una carrera que llevaba tiempo esperando. "Tardé unos días en asimilarlo. Volé a Países Bajos para que mi madre me pudiera ayudar un poco. Los primeros días no quería ver o hablar con nadie y pasaba la mayor parte del tiempo en casa. Y ahora necesito ayuda para todo. Si no de la gente que me rodea, sí de unas muletas. También tengo un andador...", admite.
Pero, pese a todo, ya mira la temporada con otra cara. Sabe que no va a correr y sólo piensa en el futuro, en recuperarse y en lo que puede deparar 2025. "Creo que es mejor poner una raya este año y mirar a la próxima temporada. Tengo que ponerme en forma y mirar a la próxima temporada con otros ánimos", confirma Dylan van Baarle.