El deporte, sobre todos algunos de ellos, está buscando siempre ir un paso más allá y los deportistas quieren conseguir mejorar sus resultados, por eso intentan, casi siempre dentro de la legalidad aunque a veces no, fórmulas que les hagan ganar esos segundos que a la postre pueden ser decisivos. Y si hay uno que destaque por encima del resto en esta 'práctica', ese el ciclismo. No son pocos los grandes campeones que han quedado manchados para siempre por el dopaje, pero ahora se están buscando otras formas que no ataquen directamente a la ética, y algunas estrellas han encontrado una que por ahora es legal, pero están intentando que no lo sea.
Se trata de la inhalación de monóxido de carbono, que en en dosis precisas puede mejorar el rendimiento deportivo, pero el problema más grande que tiene es que en en dosis elevadas puede ser letal, o al menos así lo ha desvelado el doctor Iker García Alday, profesor de fisiología en la Escola Vitae e investigador de fisiología del ejercicio, en una entrevista a EFE. Y es que este tema está en boga porque la práctica, utilizada por corredores como Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, ha despertado el debate en el mundo del ciclismo, con opiniones a favor y en contra.
Si nos vamos al máximo organismo rector, la Agencia Mundial Antidopaje, ha confesado que estudia el asunto, mientras que el Movimiento por un Ciclismo Creíble, que incluye a 8 equipos World Team y un total de 385 corredores, se mostró recientemente en contra de la inhalación del monóxido de carbono. Dicho organismo explicó en un comunicado que "teniendo en cuenta el riesgo sanitario, el aspecto técnico complejo y artificial (mal uso de medios técnicos y terapéuticos para crear artificialmente cambios fisiológicos) y el código antidopaje mundial vigente, el MPCC sólo puede desaconsejar firmemente el uso de esta técnica… hasta que esté prohibida". Y es que esperan que en algún momento pueda llegar a estarlo.
Todo esto salió a la palestra durante el pasado Tour de Francia, cuando se comentó el uso de técnicas de respiración de monóxido de carbono por parte de equipos punteros, como el UAE y Visma, lo que provocó desconfianza en algunos sectores. Al ser preguntados al respecto, Pogacar y Vingegaard defendieron el método, haciendo hincapié en su papel en la evaluación de la eficiencia del entrenamiento en lugar de la mejora del rendimiento.
Pero no todos estaban a favor ni mucho menos, de hecho, el ciclista francés Romain Bardet expresó su preocupación por estas prácticas y se refirió a la "carrera armamentística" entre los equipos por disponer de los mecanismos más avanzados para aumentar el rendimiento. Es decir, insinuó que se estaba llevando esto demasiado lejos, y que cada vez la ciencia estaba desvirtuando más un deporte que en sus inicios fue puro.